Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Hechos 10:35 - Biblia Nueva Traducción Viviente

35 En cada nación, él acepta a los que le temen y hacen lo correcto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

35 En toda nación mira con benevolencia al que teme a Dios y practica la justicia.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

35 sino que de toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 sino que le es agradable todo el que, sea de la raza que fuere, le teme y practica la justicia.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

35 sino que en toda nación, del que le teme y hace justicia, Él se agrada.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Hechos 10:35
36 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Ya que sabemos que Cristo es justo, también sabemos que todos los que hacen lo que es justo son hijos de Dios.


Era un hombre devoto, temeroso de Dios, igual que todos los de su casa. Daba generosamente a los pobres y oraba a Dios con frecuencia.


En esta vida nueva no importa si uno es judío o gentil, si está o no circuncidado, si es inculto, incivilizado, esclavo o libre. Cristo es lo único que importa, y él vive en todos nosotros.


Él no hizo ninguna distinción entre nosotros y ellos, pues les limpió el corazón por medio de la fe.


Queridos amigos, dado que tenemos estas promesas, limpiémonos de todo lo que pueda contaminar nuestro cuerpo o espíritu. Y procuremos alcanzar una completa santidad porque tememos a Dios.


Aquí culmina el relato. Mi conclusión final es la siguiente: teme a Dios y obedece sus mandatos, porque ese es el deber que tenemos todos.


Con amor inagotable y fidelidad se perdona el pecado. Con el temor del Señor el mal se evita.


El temor del Señor es la base del verdadero conocimiento, pero los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.


Esa misma Buena Noticia que llegó a ustedes ahora corre por todo el mundo. Da fruto en todas partes mediante el cambio de vida que produce, así como les cambió la vida a ustedes desde el día que oyeron y entendieron por primera vez la verdad de la maravillosa gracia de Dios.


La iglesia, entonces, tuvo paz por toda Judea, Galilea y Samaria; se fortalecía y los creyentes vivían en el temor del Señor. Y, con la ayuda del Espíritu Santo, también creció en número.


El temor del Señor es la base de la verdadera sabiduría; todos los que obedecen sus mandamientos crecerán en sabiduría. ¡Alábenlo para siempre!


Sin duda, la salvación de Dios está cerca de los que le temen; por lo tanto, nuestra tierra se llenará de su gloria.


Es más, sométanse unos a otros por reverencia a Cristo.


De manera que alabamos a Dios por la abundante gracia que derramó sobre nosotros, los que pertenecemos a su Hijo amado.


Ya no hay judío ni gentil, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús.


Entre nosotros hay algunos que son judíos y otros que son gentiles; algunos son esclavos, y otros son libres. Pero todos fuimos bautizados en un solo cuerpo por un mismo Espíritu, y todos compartimos el mismo Espíritu.


Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.


Pues el simple acto de escuchar la ley no nos hace justos ante Dios. Es obedecer la ley lo que nos hace justos ante sus ojos.


Gabriel se le apareció y dijo: «¡Saludos, mujer favorecida! ¡El Señor está contigo!».


Al pueblo le encanta ofrecerme sacrificios, y se deleitan con la carne, pero no acepto sus sacrificios. Yo haré responsable a mi pueblo de sus pecados y lo castigaré; ellos volverán a Egipto.


No te dejes impresionar por tu propia sabiduría. En cambio, teme al Señor y aléjate del mal.


Entonces comprenderás lo que significa temer al Señor y obtendrás conocimiento de Dios.


Esto es lo que Dios dice a toda la humanidad: “El temor del Señor es la verdadera sabiduría; apartarse del mal es el verdadero entendimiento”».


Pues los que adoramos por medio del Espíritu de Dios somos los verdaderos circuncisos. Confiamos en lo que Cristo Jesús hizo por nosotros. No depositamos ninguna confianza en esfuerzos humanos


La reverencia al Señor es pura; permanece para siempre. Las leyes del Señor son verdaderas; cada una de ellas es imparcial.


Pedro les dijo: —Ustedes saben que va en contra de nuestras leyes que un hombre judío se relacione con gentiles o que entre en su casa; pero Dios me ha mostrado que ya no debo pensar que alguien es impuro o inmundo.


Aun los gentiles, quienes no cuentan con la ley escrita de Dios, muestran que conocen esa ley cuando, por instinto, la obedecen aunque nunca la hayan oído.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម