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Habacuc 1:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

9 »Vienen sin tregua, decididos a la violencia. Sus multitudes avanzan como el viento del desierto, barriendo cautivos a su paso como si fueran arena.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como arena.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 sus jinetes galopan y vienen desde lejos, vuelan como el águila que se precipita sobre su presa. Se lanzan juntos al asalto, sin mirar más que a su presa, y amontonan los cautivos como arena.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Todos ellos vienen en son de violencia. Sus rostros están fijos hacia el viento del oriente, y recogen cautivos como arena.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Vienen todos para hacer violencia, con rostros ardientes como viento solano, amontonan cautivos como arena.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Toda ella vendrá a la presa; sus rostros hacia adelante como el viento solano; y recogerá cautivos como arena.

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Habacuc 1:9
22 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Con respecto a Israel, el profeta Isaías clamó: «Aunque los hijos de Israel son tan numerosos como la arena a la orilla del mar, solo un remanente se salvará.


Estoy levantando a los babilonios, un pueblo cruel y violento. Marcharán por todo el mundo y conquistarán otras tierras.


Efraín era el más productivo de sus hermanos, pero el viento del oriente —una ráfaga del Señor— se levantará en el desierto. Todos sus manantiales se secarán y todos sus pozos desaparecerán. Todo lo valioso que poseen será saqueado y se lo llevarán.


»Sin embargo, llegará el día cuando el pueblo de Israel será como la arena a la orilla del mar, ¡imposible de contar! Así que en el lugar donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”, se dirá: “Ustedes son hijos del Dios viviente”.


Pero la vid fue arrancada de raíz con furia y arrojada al suelo. El viento del desierto le secó los frutos y le desgajó las ramas fuertes; así que se marchitó y fue consumida por el fuego.


Pero cuando la vid sea trasplantada, ¿volverá a florecer? No, se secará cuando el viento del oriente sople contra ella. Morirá en la misma tierra fértil donde había crecido tan bien”».


llamaré a los ejércitos babilónicos para que regresen. Pelearán contra esta ciudad, la conquistarán y la incendiarán. Me aseguraré de que todas las ciudades de Judá sean destruidas y que nadie viva allí”».


reuniré a todos los ejércitos del norte bajo el mando de Nabucodonosor, rey de Babilonia, a quien nombré mi representante. Los traeré contra esta tierra, contra su gente y contra las naciones vecinas. A ustedes los destruiré por completo y los convertiré en objeto de horror, desprecio y ruina para siempre.


Habrá más viudas que granos de arena a la orilla del mar. Traeré al destructor al mediodía contra las madres de los jóvenes. Súbitamente haré que caigan sobre ellas la angustia y el terror.


Se acerca la hora en que el Señor dirá a la gente de Jerusalén: «Mi querido pueblo, desde el desierto sopla un viento abrasador, y no la brisa suave que se usa para separar la paja del grano.


Desde su guarida un león acecha, un destructor de naciones. Ha salido de su guarida y se dirige hacia ustedes. ¡Arrasará su tierra! Sus ciudades quedarán en ruinas, y ya nadie vivirá en ellas.


No, pero desterró a Israel para que rindiera cuentas; quedó desterrado de su tierra, como si hubiera sido arrasado por una tormenta del oriente.


Ni siquiera puedo contarlos; ¡suman más que los granos de la arena! Y cuando despierto, ¡todavía estás conmigo!


»Yo pensaba: “Ciertamente moriré rodeado de mi familia después de una larga y buena vida.


Los ejércitos de Madián, de Amalec y del pueblo del oriente se habían establecido en el valle como un enjambre de langostas. Sus camellos eran como los granos de arena a la orilla del mar, ¡imposibles de contar!


Acumuló grandes cantidades de grano, tanto como si fuera arena a la orilla del mar. Al final, dejó de registrar las cantidades porque había tanto que resultaba imposible medirlo.


En esos días, el rey Hazael de Aram entró en guerra contra Gat y la tomó. Luego se dirigió a atacar Jerusalén.


Hará planes para avanzar con la fuerza de su reino y formará una alianza con el rey del sur. Le dará en matrimonio a su hija, con la intención de derrotar al reino desde adentro, pero su plan fracasará.


¿Permitirás que se salgan con la suya para siempre? ¿Tendrán siempre éxito en sus conquistas despiadadas?


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