Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Habacuc 1:4 - Biblia Nueva Traducción Viviente

4 La ley se ha estancado y no hay justicia en los tribunales. Los perversos suman más que los justos, de manera que la justicia se ha corrompido.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Por eso, la Ley está sin fuerza y no se hace justicia. Como los malvados mandan a los buenos, no se ve más que derecho torcido.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Por eso la Ley ha perdido su poder y el derecho no sale vencedor, porque los impíos han cercado al justo, y la justicia resulta pervertida.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 La ley cae en desuso y el derecho no se cumple. El impío asedia al justo, se tergiversa el derecho.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale verdadero; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcido el juicio.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Habacuc 1:4
46 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Señor, es tiempo de que actúes, porque esta gente malvada ha desobedecido tus enseñanzas.


»¿Por qué prosperan los malvados mientras se vuelven viejos y poderosos?


Señor, tú siempre me haces justicia cuando llevo un caso ante ti. Así que déjame presentarte esta queja: ¿Por qué los malvados son tan prósperos? ¿Por qué son tan felices los malignos?


Me contestó: —Los pecados del pueblo de Israel y Judá son muy, pero muy grandes. La tierra está llena de homicidios; la ciudad está colmada de injusticia. Ellos dicen: “¡El Señor no lo ve! ¡El Señor ha abandonado esta tierra!”.


Pues yo conozco la enorme cantidad de sus pecados y la profundidad de sus rebeliones. Ustedes oprimen a los buenos al aceptar sobornos y privan al pobre de la justicia en los tribunales.


La gente habla palabras vacías y hace pactos que no tiene intención de cumplir. Así que la injusticia brota en medio de ellos como hierbas venenosas en el campo de un agricultor.


¡Qué aflicción para los que dicen que lo malo es bueno y lo bueno es malo, que la oscuridad es luz y la luz es oscuridad, que lo amargo es dulce y lo dulce es amargo!


Por ninguna razón tuerzas la justicia ni muestres parcialidad. Jamás aceptes un soborno, porque el soborno nubla los ojos del sabio y corrompe las decisiones de los íntegros.


»Ante una demanda judicial, no le negarás la justicia al pobre.


»No te dejes llevar por la mayoría en su maldad. Cuando te llamen a testificar en un pleito, no te dejes influir por la multitud para torcer la justicia.


Entonces, si hacemos énfasis en la fe, ¿eso significa que podemos olvidarnos de la ley? ¡Por supuesto que no! De hecho, solo cuando tenemos fe cumplimos verdaderamente la ley.


Mientras lo apedreaban, Esteban oró: «Señor Jesús, recibe mi espíritu».


¡Mencionen a un profeta a quien sus antepasados no hayan perseguido! Hasta mataron a los que predijeron la venida del Justo, el Mesías a quien ustedes traicionaron y asesinaron.


Entonces dijo: —Ustedes esquivan hábilmente la ley de Dios para aferrarse a su propia tradición.


¿Hasta cuándo, Señor? ¿Hasta cuándo los perversos tendrán permiso para regodearse?


No hice nada malo, sin embargo, se preparan para atacarme. ¡Despierta! ¡Mira lo que sucede y ayúdame!


Rescátame de estos criminales; sálvame de estos asesinos.


Ustedes tuercen la justicia y la convierten en trago amargo para el oprimido. Tratan al justo como basura.


pero cuando Jeremías terminó su mensaje, habiendo dicho todo lo que el Señor le ordenó que dijera, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo que estaba junto al templo lo atacaron en masa. «¡Mátenlo! —gritaban—.


Aun tus hermanos, miembros de tu propia familia, se han vuelto contra ti; conspiran y se quejan de ti. No confíes en ellos, no importa lo amables que sean sus palabras.


Mis enemigos me rodean como una jauría de perros; una pandilla de malvados me acorrala. Han atravesado mis manos y mis pies.


Cuando los fundamentos de la ley y del orden se desmoronan, ¿qué pueden hacer los justos?»?


Luego llegaron los dos sinvergüenzas y se sentaron frente a él. Entonces acusaron a Nabot ante todos los presentes diciendo: «Este hombre maldijo a Dios y al rey». Entonces arrastraron a Nabot hasta sacarlo de la ciudad y lo mataron a pedradas.


Mis enemigos me rodean como una manada de toros; ¡toros feroces de Basán me tienen cercado!


Pues nuestros pecados se han acumulado ante Dios y testifican en contra de nosotros. Así es, sabemos muy bien lo pecadores que somos.


Hasta la cigüeña que surca el cielo conoce el tiempo de su migración, al igual que la tórtola, la golondrina y la grulla. Todas regresan en el tiempo señalado cada año. ¡Pero no en el caso de mi pueblo! Ellos no conocen las leyes del Señor.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម