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Génesis 49:24 - Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Pero su arco permaneció tenso, y sus brazos fueron fortalecidos por las manos del Poderoso de Jacob, por el Pastor, la Roca de Israel.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Mas su arco se mantuvo poderoso, Y los brazos de sus manos se fortalecieron Por las manos del Fuerte de Jacob (Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel),

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 pero su arco se ha mantenido firme y sus brazos no han aflojado, por la mano del Fuerte de Jacob, por el Pastor y la Roca de Israel,

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Mas su arco permaneció en firme, Y fueron fortalecidos los brazos de sus manos, Por las manos del Fuerte de Jacob, De allí el Pastor, la Piedra de Israel,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Pero quedó tenso su arco, ágiles fueron sus brazos por las manos del Fuerte de Jacob, por el nombre del Pastor, la Piedra de Israel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Mas su arco permaneció fuerte, y los brazos de sus manos fueron fortalecidos por las manos del poderoso Dios de Jacob (De allí es el Pastor, la Roca de Israel),

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Génesis 49:24
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Le hizo una promesa solemne al Señor; le juró al Poderoso de Israel:


Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano: «¡Miren! Pongo una piedra de cimiento en Jerusalén, una piedra sólida y probada. Es una preciosa piedra principal sobre la cual se puede construir con seguridad. El que crea jamás será sacudido.


hasta que encuentre un lugar donde construir una casa para el Señor, un santuario para el Poderoso de Israel».


Te pido que escuches, oh Pastor de Israel, tú, que guías como a un rebaño a los descendientes de José. Oh Dios, entronizado por encima de los querubines, despliega tu radiante gloria


El camino de Dios es perfecto. Todas las promesas del Señor demuestran ser verdaderas. Él es escudo para todos los que buscan su protección.


Todo el tiempo me rinden nuevos honores y mi fuerza se renueva continuamente”.


Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas, a fin de que yo pudiera predicar la Buena Noticia en toda su plenitud, para que todos los gentiles la oyeran. Y él me libró de una muerte segura.


Juntos constituimos su casa, la cual está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas. Y la piedra principal es Cristo Jesús mismo.


Por lo tanto, el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, el Poderoso de Israel, dice: «¡Me vengaré de mis enemigos y a mis adversarios les daré su merecido!


La piedra que los constructores rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal.


Él es la Roca; sus obras son perfectas. Todo lo que hace es justo e imparcial. Él es Dios fiel; nunca actúa mal. ¡Qué justo y recto es él!


Pero no se inquieten ni se enojen con ustedes mismos por haberme vendido. Fue Dios quien me envió a este lugar antes que ustedes, a fin de preservarles la vida.


También pedimos que se fortalezcan con todo el glorioso poder de Dios para que tengan toda la constancia y la paciencia que necesitan. Mi deseo es que estén llenos de alegría


¿Quién eres tú para juzgar a los sirvientes de otro? Su amo dirá si quedan en pie o caen; y con la ayuda del Señor, quedarán en pie y recibirán la aprobación de él.


Pues es Jesús a quien se refieren las Escrituras cuando dicen: “La piedra que ustedes, los constructores, rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal”.


Jesús los miró y les dijo: —Entonces, ¿a qué se refiere la siguiente Escritura: “La piedra que los constructores rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal” ?


¿Nunca leyeron en las Escrituras: “La piedra que los constructores rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal.


Entonces Jesús les preguntó: —¿Nunca leyeron en las Escrituras: “La piedra que los constructores rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal. Esto es obra del Señor y es maravilloso verlo” ?


Mediante mi poder haré fuerte a mi pueblo, y por mi autoridad irán a donde quieran. ¡Yo, el Señor, he hablado!».


Miren ahora la joya que he puesto ante Jesúa, una sola piedra con siete facetas. Grabaré una inscripción en ella, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, y en un solo día quitaré los pecados de esta tierra.


Reyes poderosos y grandes naciones colmarán todas tus necesidades, como si fueras un niño amamantado por una reina. Por fin sabrás que yo, el Señor, soy tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Israel.


No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.


Entonces los descarriados adquirirán entendimiento, y los que se quejan de todo aceptarán la instrucción.


¡Siempre cantaré acerca del amor inagotable del Señor! Jóvenes y ancianos oirán de tu fidelidad.


Tú eres el que nos da la victoria sobre nuestros enemigos; avergüenzas a los que nos odian.


El Señor le da fuerza a su pueblo; es una fortaleza segura para su rey ungido.


Espera con paciencia al Señor. Sé valiente y esforzado; sí, espera al Señor con paciencia.


El Señor es mi pastor; tengo todo lo que necesito.


Solo trataban de intimidarnos, creían que podrían desalentarnos y detener la obra. De modo que seguí con el trabajo más decidido que nunca.


Ahora, Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él. Así que el pueblo de Israel lo obedeció haciendo todo lo que el Señor le había ordenado a Moisés.


Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Cuando Moisés oyó esto, se cubrió el rostro porque tenía miedo de mirar a Dios.


No, no tengan miedo. Yo seguiré cuidando de ustedes y de sus hijos. Así que hablándoles con ternura y bondad, los reconfortó.


Y José proveyó alimentos a su padre y a sus hermanos en cantidades proporcionadas al número de familiares, incluidos los niños más pequeños.


Allí te cuidaré, porque aún quedan cinco años de hambre. De lo contrario, tú, los de tu casa y todos tus animales morirán de hambre’”.


Dios me hizo llegar antes que ustedes para salvarles la vida a ustedes y a sus familias, y preservar la vida de muchos más.


Luego bendijo a José con las siguientes palabras: «Que el Dios delante del cual caminaron mi abuelo Abraham y mi padre Isaac —el Dios que ha sido mi pastor toda mi vida, hasta el día de hoy,


Los arqueros lo atacaron ferozmente; le dispararon y lo hostigaron.


El Dios eterno es tu refugio, y sus brazos eternos te sostienen. Él quita al enemigo de tu paso y grita: “¡Destrúyelo!”.


En el pasado, cuando Saúl era nuestro rey, en realidad era usted quien dirigía a las fuerzas de Israel. Y el Señor le dijo: “Tú serás el pastor de mi pueblo Israel; tú serás el líder de Israel”».


Sin embargo, todavía te pertenezco; me tomas de la mano derecha.


Señor, acuérdate de David y de todo lo que sufrió.


Alimentaré a tus enemigos con su propia carne y se embriagarán con ríos de su propia sangre. Todo el mundo sabrá que yo, el Señor, soy tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Israel».


Los bosques de la zona montañosa también serán suyos. Despejen toda la tierra que quieran de allí y tomen posesión de sus extremos más lejanos. Y también expulsarán a los cananeos de los valles, aunque ellos sean fuertes y tengan carros de guerra hechos de hierro.


Los descendientes de José atacaron la ciudad de Betel, y el Señor estuvo con ellos.


Luego Eliseo le dijo: —Pon tu mano sobre el arco. Eliseo puso sus dos manos sobre las manos del rey.


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