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Génesis 49:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

10 El cetro no se apartará de Judá, ni la vara de mando de sus descendientes, hasta que venga aquel a quien le pertenece, aquel a quien todas las naciones honrarán.

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Biblia Reina Valera 1960

10 No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Siloh; Y a él se congregarán los pueblos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 El cetro no será arrebatado de Judá ni el bastón de mando de entre sus piernas hasta que venga aquel a quien le pertenece y a quien obedecerán los pueblos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que llegue Siloh,° Y sea suya la obediencia de los pueblos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 No se apartará de Judá el cetro, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que se le ofrezca el tributo y los pueblos le obedezcan.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Silo; y a él se congregarán los pueblos.

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Génesis 49:10
58 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Lo veo a él, pero no aquí ni ahora. Lo percibo, pero lejos, en un futuro distante. Una estrella se levantará de Jacob; un cetro surgirá de Israel. Aplastará la cabeza del pueblo de Moab, y partirá el cráneo de la gente de Set.


Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.


»Miren a mi siervo, al que yo fortalezco; él es mi elegido, quien me complace. He puesto mi Espíritu sobre él; él hará justicia a las naciones.


Galaad es mío, y también Manasés. Efraín, mi casco, producirá mis guerreros, y Judá, mi cetro, producirá mis reyes.


Pues el Señor es nuestro juez, nuestro legislador y nuestro rey; él cuidará de nosotros y nos salvará.


Lo que quiero decir es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, y Moisés nunca habló de que los sacerdotes provinieran de esa tribu.


Cruzarán a salvo el mar de la angustia, porque las olas serán contenidas y las aguas del Nilo se secarán. La soberbia de Asiria será aplastada y el dominio de Egipto terminará.


¡Destrucción! ¡Destrucción! Sin duda destruiré el reino. Y no será restaurado hasta que aparezca aquel que tiene derecho a juzgarlo. Entonces se lo entregaré a él”.


Entonces el séptimo ángel tocó su trompeta, y hubo fuertes voces que gritaban en el cielo: «Ahora el mundo ya es el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por siempre y para siempre».


Y en otro lugar Isaías dijo: «El heredero del trono de David vendrá y reinará sobre los gentiles. Ellos pondrán su esperanza en él».


Y, cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí».


Muchas naciones se unirán al Señor en ese día y ellos también serán mi pueblo. Viviré entre ustedes y sabrán que el Señor de los Ejércitos Celestiales me ha enviado a ustedes.


Volverán a tener su propio gobernante, quien surgirá de entre ellos mismos. Lo invitaré a que se acerque a mí —dice el Señor—, porque ¿quién se atrevería a acercarse sin ser invitado?


En ese día, el heredero del trono de David será estandarte de salvación para el mundo entero. Las naciones se reunirán junto a él, y la tierra donde vive será un lugar glorioso.


«¡Llévatelo! ¡Llévatelo! —gritaban—. ¡Crucifícalo!». —¿Cómo dicen? ¿Que yo crucifique a su rey? —preguntó Pilato. —No tenemos otro rey más que el César —le contestaron a gritos los principales sacerdotes.


Y tendrá un hijo y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».


El Señor ha enviado el siguiente mensaje a cada país: «Díganle al pueblo de Israel: “Miren, ya viene su Salvador. Vean, él trae consigo su recompensa”».


Israel me rodea con mentiras y engaño, pero Judá todavía obedece a Dios y es fiel al Santo.


»¡Levántate, Jerusalén! Que brille tu luz para que todos la vean. Pues la gloria del Señor se levanta para resplandecer sobre ti.


En los últimos días, el monte de la casa del Señor será el más alto de todos, el lugar más importante de la tierra. Se levantará por encima de las demás colinas, y gente del mundo entero vendrá allí para adorar.


Galaad es mío, y también Manasés. Efraín, mi casco, producirá mis guerreros, y Judá, mi cetro, producirá mis reyes.


Canten de este pozo, que príncipes excavaron, que grandes líderes abrieron con sus cetros y varas». Luego los israelitas salieron del desierto y pasaron por Mataná,


Todas las naciones se reunirán en su presencia, y él separará a la gente como un pastor separa a las ovejas de las cabras.


Jesús estaba en el centro de la procesión, y toda la gente que lo rodeaba gritaba: «¡Alaben a Dios por el Hijo de David! ¡Bendiciones al que viene en el nombre del Señor! ¡Alaben a Dios en el cielo más alto!».


No había terminado de hablar cuando una nube brillante los cubrió, y desde la nube una voz dijo: «Este es mi Hijo muy amado, quien me da gran gozo. Escúchenlo a él».


Haré temblar a todas las naciones y traerán los tesoros de todas las naciones a este templo. Llenaré este lugar de gloria, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.


¡Ahora escucha y entiende! Pasarán siete conjuntos de siete más sesenta y dos conjuntos de siete desde el momento en que se dé la orden de reconstruir Jerusalén hasta que venga un gobernante, el Ungido. Jerusalén será reconstruida con calles y fuertes defensas, a pesar de los tiempos peligrosos.


De sus ramas surgió fuego que devoró sus frutos. Las ramas que le quedan no son tan fuertes para ser el cetro de un rey”. »Este es un canto fúnebre y se entonará en un funeral».


Pues todos tendremos que estar delante de Cristo para ser juzgados. Cada uno de nosotros recibirá lo que merezca por lo bueno o lo malo que haya hecho mientras estaba en este cuerpo terrenal.


Entonces Pilato trató de poner en libertad a Jesús, pero los líderes judíos gritaron: «Si pones en libertad a ese hombre, no eres “amigo del César”. Todo el que se proclama a sí mismo rey está en rebeldía contra el César».


—Entonces llévenselo y júzguenlo de acuerdo con la ley de ustedes —les dijo Pilato. —Solo los romanos tienen derecho a ejecutar a una persona —respondieron los líderes judíos.


Sus ramas se fortalecieron lo suficiente para ser el cetro de un rey. Llegó a crecer muy alta, muy por encima de las demás vides. Se destacó por su altura y sus abundantes ramas frondosas.


Le dijo: «Ve a lavarte en el estanque de Siloé» (Siloé significa «enviado»). Entonces el hombre fue, se lavó, ¡y regresó viendo!


Después de dar a luz, esconderá de ellos la placenta y al bebé recién nacido para comérselos ella sola. No tendrá otra cosa que comer durante el estado de sitio y la terrible aflicción que tu enemigo impondrá en todas tus ciudades.


Nunca abandonaré a los descendientes de Jacob o de mi siervo David ni cambiaré el plan de que los descendientes de David gobiernen a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob. En cambio, yo los restauraré a su tierra y tendré misericordia de ellos».


Un gobernante se levantará en Jacob que destruirá a los sobrevivientes de Ar».


Él es quien edificará una casa —un templo— para mi nombre, y afirmaré su trono real para siempre.


Tu casa y tu reino continuarán para siempre delante de mí, y tu trono estará seguro para siempre”».


De la tribu de Judá había 6800 guerreros armados de escudos y lanzas.


Festejaron y bebieron con David durante tres días, porque sus parientes habían hecho preparativos para su llegada.


¿Quién me llevará a la ciudad fortificada? ¿Quién me dará la victoria sobre Edom?


En cambio, eligió a la tribu de Judá, y al monte Sion, al cual amaba.


»Vengan a mí con los oídos bien abiertos. Escuchen, y encontrarán vida. Haré un pacto eterno con ustedes. Les daré el amor inagotable que le prometí a David.


Serás leña para el fuego, y derramarán tu sangre en tu propia tierra. ¡Serás arrasado por completo, y no habrá más memoria de ti en la historia, porque yo, el Señor, he hablado!”».


¡Formen las tropas! El enemigo pone sitio a Jerusalén. Con una vara golpeará al líder de Israel en la cara.


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