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Génesis 38:20 - Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Más tarde Judá le pidió a su amigo Hira el adulamita que llevara el cabrito a la mujer y recogiera las cosas que le había dejado como garantía, pero Hira no pudo encontrarla.

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Biblia Reina Valera 1960

20 Y Judá envió el cabrito de las cabras por medio de su amigo el adulamita, para que este recibiese la prenda de la mujer; pero no la halló.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Judá envió el cabrito por intermedio de su amigo de Adulam, con el fin de recobrar lo que había dejado a la mujer, pero no la encontró.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Y envió Judá el cabrito de las cabras por medio de su amigo el adulamita, para tomar la prenda de mano de la mujer, pero no la halló.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Judá envió el cabrito por medio de su amigo, el de Adulán, para recuperar las prendas de manos de aquella mujer; pero éste no la halló.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 Y Judá envió el cabrito de las cabras por mano de su amigo el adulamita, para que tomase la prenda de mano de la mujer; mas no la halló.

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Génesis 38:20
8 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

(Herodes y Pilato, quienes habían sido enemigos anteriormente, ese día se hicieron amigos).


Pero Amnón tenía un amigo muy astuto, su primo Jonadab, quien era hijo de Simea, hermano de David.


Entonces su mujer fue dada en matrimonio a quien había sido el padrino de Sansón en la boda.


»No fomentes odio en tu corazón contra ninguno de tus parientes. Aclara los asuntos con la gente en forma directa, a fin de que no seas culpable de su pecado.


Entonces Abimelec mandó llamar a Abraham. —¿Qué nos has hecho? —preguntó—. ¿Qué delito he cometido que merezca un trato como este, que nos haces culpables a mí y a mi reino de este gran pecado? ¡Nadie debería hacer jamás lo que tú has hecho!


En esos días, Judá dejó su casa y se fue a Adulam, donde se quedó con un hombre llamado Hira.


Luego ella regresó a su casa, se quitó el velo y se puso la ropa de viuda como de costumbre.


Entonces preguntó a los hombres de ese lugar: —¿Dónde puedo encontrar a la prostituta del templo local que se sentaba junto al camino, a la entrada de Enaim? —Nunca hemos tenido una prostituta del templo aquí —contestaron ellos.


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