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Génesis 32:24 - Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Entonces Jacob se quedó solo en el campamento, y llegó un hombre y luchó con él hasta el amanecer.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 A todos los hizo pasar al otro lado del torrente, y también hizo pasar todo lo que traía con él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Y Jacob° se quedó solo, y un varón estuvo luchando con él hasta rayar el alba.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Los tomó, pues, y les hizo pasar el torrente. Luego hizo pasar todo cuanto poseía.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Y Jacob se quedó solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.

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Génesis 32:24
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales.


—Esfuércense por entrar por la puerta angosta del reino de Dios, porque muchos tratarán de entrar pero fracasarán.


—Tu nombre ya no será Jacob —le dijo el hombre—. De ahora en adelante, serás llamado Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.


Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones por todos los creyentes en todas partes.


Jacob llamó a aquel lugar Peniel (que significa «rostro de Dios»), porque dijo: «He visto a Dios cara a cara, y sin embargo, conservo la vida».


Oró con más fervor, y estaba en tal agonía de espíritu que su sudor caía a tierra como grandes gotas de sangre.


Raquel le puso por nombre Neftalí, porque dijo: «He luchado mucho con mi hermana, ¡y estoy ganando!».


Adán, el primer hombre, fue formado del polvo de la tierra, mientras que Cristo, el segundo hombre, vino del cielo.


Les manda saludos Epafras, un miembro de la misma comunidad de fe que ustedes y siervo de Cristo Jesús. Siempre ora con fervor por ustedes y le pide a Dios que los fortalezca y perfeccione, y les dé la plena confianza de que están cumpliendo toda la voluntad de Dios.


Antes de que soplen las brisas del amanecer y huyan las sombras de la noche, regresa a mí, amor mío, como una gacela o un venado joven sobre montes empinados.


el Ángel que me ha salvado de todo mal— bendiga a estos muchachos. Que ellos preserven mi nombre y el nombre de Abraham y de Isaac. Y que su descendencia se multiplique en gran manera por toda la tierra».


Mientras estuvo aquí en la tierra, Jesús ofreció oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía rescatarlo de la muerte. Y Dios oyó sus oraciones por la gran reverencia que Jesús le tenía.


Quiero que sepan cuánta angustia he sufrido por ustedes y por la iglesia en Laodicea y por muchos otros creyentes que nunca me conocieron personalmente.


Mis amados hermanos, les pido encarecidamente en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que se unan a mi lucha orando a Dios por mí. Háganlo por el amor que me tienen, ese amor que el Espíritu Santo les ha dado.


Cada uno será como refugio del viento y resguardo de la tormenta, como corrientes de agua en el desierto y sombra de una gran roca en tierra reseca.


Entonces, cuando el sol comenzaba a salir, Moisés extendió su mano sobre el mar y las aguas volvieron con fuerza a su estado normal. Los egipcios trataron de escapar, pero el Señor los arrastró al mar.


Entonces levantó la vista y vio a tres hombres de pie cerca de allí. Cuando los vio, corrió a recibirlos, y se inclinó hasta el suelo en señal de bienvenida.


Después de llevarlos a la otra orilla, hizo pasar todas sus pertenencias.


Cuando el hombre vio que no ganaría el combate, tocó la cadera de Jacob y la dislocó.


Cuando Josué estaba cerca de la ciudad de Jericó, miró hacia arriba y vio a un hombre parado frente a él con una espada en la mano. Josué se le acercó y le preguntó: —¿Eres amigo o enemigo?


De modo que quedé allí solo para contemplar tan sorprendente visión. Las fuerzas me abandonaron, mi rostro se volvió mortalmente pálido y me sentí muy débil.


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