Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Génesis 31:39 - Biblia Nueva Traducción Viviente

39 Si alguno de ellos era atacado por animales salvajes y moría, yo nunca te mostraba el cadáver ni te pedía que lo descontaras de tu rebaño. No, ¡yo mismo me hacía cargo de la pérdida! Tú me hacías pagar por cada animal robado, ya fuera a plena luz del día o en la oscuridad de la noche.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

39 Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, a mí me lo cobrabas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

39 Los animales destrozados por las fieras, no te los traía, sino que yo mismo los reemplazaba, y tú me exigías lo que había sido robado de noche o de día.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

39 Lo desgarrado por fiera no te lo traía, yo pagaba el daño. Lo hurtado, tanto de día como de noche, me lo cobrabas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

39 Jamás te traje res despedazada por las fieras; yo compensaba su pérdida. Lo que había sido hurtado de día o de noche, tú me lo reclamabas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

39 Nunca te traje lo arrebatado por las fieras; yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, de mi mano lo requerías.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Génesis 31:39
9 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Esa noche había unos pastores en los campos cercanos, que estaban cuidando sus rebaños de ovejas.


No se le permite comer un animal que haya muerto de muerte natural o haya sido despedazado por los animales salvajes, porque esto lo contaminará. Yo soy el Señor.


»Ustedes tienen que ser mi pueblo santo. Por eso, no coman ningún animal que haya sido muerto y despedazado por animales salvajes. Échenselo a los perros.


»Durante veinte años he estado contigo, cuidando de tus rebaños. En todo ese tiempo, tus ovejas y tus cabras nunca abortaron. En todos esos años, nunca tomé ni un solo carnero tuyo para comérmelo.


»Trabajé para ti bajo el sofocante calor del día y en el frío de la noche, sin dormir.


»Supongamos que hay un pleito entre dos personas, y ambas afirman ser dueñas de cierto buey o burro, cierta oveja o prenda de vestir, o algún objeto perdido. Ambas partes tendrán que presentarse ante Dios, y la persona a quien Dios declare culpable tendrá que pagarle el doble al otro.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម