Génesis 3:5 - Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵ Dios sabe que, en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal.

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Biblia Reina Valera 1960

⁵ sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵ Es que Dios sabe muy bien que el día en que coman de él, se les abrirán a ustedes los ojos; entonces ustedes serán como dioses y conocerán lo que es bueno y lo que no lo es.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵ sino que sabe ’Elohim que el día que comáis de él, se os abrirán los ojos y seréis semejantes a ’Elohim,° conocedores del bien y del mal.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵ Al contrario, Dios sabe que el día que comáis de él se os abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal'.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁵ Pues Dios sabe que el día que de él comáis, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.

Génesis 3:5 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Ezequiel 28:2

«Hijo de hombre, dale al príncipe de Tiro este mensaje de parte del Señor Soberano: »“En tu gran arrogancia afirmaste: ‘¡Soy un dios! Estoy sentado en un trono divino, en el corazón del mar’; pero eres solo un hombre y no un dios, aunque te jactes de ser un dios.

2 Tesalonicenses 2:4

Se exaltará a sí mismo y se opondrá a todo lo que la gente llame «dios» y a cada objeto de culto. Incluso se sentará en el templo de Dios y afirmará que él mismo es Dios.

Génesis 2:17

excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás».

2 Corintios 11:3

Pero temo que, de alguna manera, su pura y completa devoción a Cristo se corrompa, tal como Eva fue engañada por la astucia de la serpiente.

2 Corintios 4:4

Satanás, quien es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen exacta de Dios.

Hechos 26:18

para que les abras los ojos, a fin de que pasen de la oscuridad a la luz, y del poder de Satanás a Dios. Entonces recibirán el perdón de sus pecados y se les dará un lugar entre el pueblo de Dios, el cual es apartado por la fe en mí”.

Mateo 6:23

pero cuando tu ojo está enfermo, todo tu cuerpo está lleno de oscuridad. Y si la luz que crees tener en realidad es oscuridad, ¡qué densa es esa oscuridad!

Génesis 3:22

Luego el Señor Dios dijo: «Miren, los seres humanos se han vuelto como nosotros, con conocimiento del bien y del mal. ¿Y qué ocurrirá si toman el fruto del árbol de la vida y lo comen? ¡Entonces vivirán para siempre!».

Génesis 3:10

El hombre contestó: —Te oí caminando por el huerto, así que me escondí. Tuve miedo porque estaba desnudo.

Génesis 3:7

En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.

Apocalipsis 13:14

Con los milagros que se le permitió hacer en nombre de la primera bestia, engañó a todos los que pertenecen a este mundo. Les ordenó que hicieran una gran estatua de la primera bestia, la que estaba herida de muerte y después volvió a la vida.

Apocalipsis 13:4

Adoraron al dragón por haberle dado semejante poder a la bestia y también adoraron a la bestia. «¿Quién es tan grande como la bestia? —exclamaban—. ¿Quién puede luchar contra ella?».

Daniel 4:30

y mientras contemplaba la ciudad, dijo: “¡Miren esta grandiosa ciudad de Babilonia! Edifiqué esta hermosa ciudad con mi gran poder para que fuera mi residencia real a fin de desplegar mi esplendor majestuoso”.

Isaías 14:14

Escalaré hasta los cielos más altos y seré como el Altísimo”.

1 Reyes 22:6

Así que el rey de Israel convocó a los profetas, unos cuatrocientos en total, y les preguntó: —¿Debo ir a pelear contra Ramot de Galaad o desistir? Todos ellos contestaron: —¡Sí, adelante! El Señor dará la victoria al rey.

Éxodo 20:7

»No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios. El Señor no te dejará sin castigo si usas mal su nombre.

Éxodo 5:2

—¿Ah sí? —replicó el faraón—. ¿Y quién es ese Señor? ¿Por qué tendría que escucharlo y dejar ir a Israel? Yo no conozco a ese tal Señor y no dejaré que Israel se vaya.

Daniel 6:7

Todos nosotros —administradores, autoridades, altos funcionarios, asesores y gobernadores— nos hemos puesto de acuerdo en que el rey apruebe una ley que se haga cumplir estrictamente. Ordene usted que, en los próximos treinta días, todo aquel que ore a quien sea, divino o humano —excepto a usted, su majestad—, sea arrojado al foso de los leones.

Ezequiel 28:9

¿Te jactarás, entonces, diciendo: ‘¡Soy un dios!’ frente a tus asesinos? ¡Para ellos no serás un dios, sino un simple hombre!

Ezequiel 13:22

Con sus mentiras desalentaron a los justos, pero yo no quería que estuvieran tristes; ustedes alentaron a los perversos al prometerles vida, aunque ellos continuaran pecando.

Salmos 12:4

«Mintamos todo lo que queramos —dicen—. Son nuestros los labios; ¿quién puede detenernos?».

2 Crónicas 32:15

¡No dejen que Ezequías los engañe! ¡No permitan que se burle así de ustedes! Lo vuelvo a repetir: ningún dios de ninguna nación o reino jamás ha sido capaz de librar a su pueblo de mí o de mis antepasados. ¡Mucho menos podrá su Dios librarlos a ustedes de mi poder!”».

Ezequiel 29:3

Dales este mensaje de parte del Señor Soberano: »“Yo soy tu enemigo, oh faraón, rey de Egipto, monstruo enorme que acechas en las corrientes del Nilo. Pues has dicho: ‘El Nilo es mío; lo hice para mí’.

Ezequiel 28:12

«Hijo de hombre, entona este canto fúnebre para el rey de Tiro. Dale este mensaje de parte del Señor Soberano: »“Tú eras el modelo de la perfección, lleno de sabiduría y de exquisita belleza.

Génesis 2:9

El Señor Dios hizo que crecieran del suelo toda clase de árboles: árboles hermosos y que daban frutos deliciosos. En medio del huerto puso el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.

Jueces 3:2

Lo hizo para enseñar a pelear en la guerra a las generaciones de israelitas que no tenían experiencia en el campo de batalla.