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Génesis 3:15 - Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Y pondré hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Su descendiente te golpeará la cabeza, y tú le golpearás el talón».

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Biblia Reina Valera 1960

15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, Y entre tu descendiente y su descendiente. Él° te aplastará la cabeza cuando tú hieras su calcañar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza, y tú le acecharás al talón'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; Él te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

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Génesis 3:15
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El Dios de paz pronto aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes. Que la gracia de nuestro Señor Jesús sea con ustedes.


Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio; pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo.


Así que el dragón se enfureció contra la mujer y le declaró la guerra al resto de sus hijos, a todos los que obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen firmes en su testimonio de Jesús.


Muy bien, el Señor mismo les dará la señal. ¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo y lo llamarán Emanuel (que significa “Dios está con nosotros”).


Sin embargo, cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley.


Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira.


«¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel, que significa “Dios está con nosotros”».


El campo es el mundo, y la buena semilla representa a la gente del reino. La maleza representa a las personas que pertenecen al maligno.


Por lo tanto, podemos identificar quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo. Todo el que no se conduce con rectitud y no ama a los creyentes no pertenece a Dios.


Miren, les he dado autoridad sobre todos los poderes del enemigo; pueden caminar entre serpientes y escorpiones y aplastarlos. Nada les hará daño.


El Señor le hizo un juramento a David con una promesa que nunca retirará: «Pondré a uno de tus descendientes en tu trono.


Después el diablo, que los había engañado, fue lanzado al lago de fuego que arde con azufre, donde ya estaban la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por siempre jamás.


De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz.


Luego dijo: «¡Tú, hijo del diablo, lleno de toda clase de engaño y fraude, y enemigo de todo lo bueno! ¿Nunca dejarás de distorsionar los caminos verdaderos del Señor?


No tengas miedo de lo que estás a punto de sufrir. El diablo meterá a algunos de ustedes en la cárcel para ponerlos a prueba, y sufrirán por diez días; pero si permaneces fiel, incluso cuando te enfrentes a la muerte, te daré la corona de la vida.


Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso, porque se expuso a la muerte. Fue contado entre los rebeldes. Cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores.


El pueblo de Israel será entregado a sus enemigos hasta que dé a luz la mujer que está de parto. Entonces, por fin, sus compatriotas volverán del destierro a su propia tierra.


¿Hasta cuándo vagarás, mi hija descarriada? Pues el Señor hará que algo nuevo suceda: Israel abrazará a su Dios».


¿Y quién puede ganar esta batalla contra el mundo? Únicamente los que creen que Jesús es el Hijo de Dios.


Debido a que él mismo ha pasado por sufrimientos y pruebas, puede ayudarnos cuando pasamos por pruebas.


Por eso las Escrituras dicen: «Cuando ascendió a las alturas, se llevó a una multitud de cautivos y dio dones a su pueblo».


Además se le permitió a la bestia hacer guerra contra el pueblo santo de Dios y conquistarlo; y se le dio autoridad para gobernar sobre todo pueblo y toda tribu, lengua y nación.


Mientras estuvo aquí en la tierra, Jesús ofreció oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía rescatarlo de la muerte. Y Dios oyó sus oraciones por la gran reverencia que Jesús le tenía.


¿Por qué no me arrestaron en el templo? Estuve allí todos los días, pero este es el momento de ustedes, el tiempo en que reina el poder de la oscuridad».


¡Serpientes! ¡Hijos de víboras! ¿Cómo escaparán del juicio del infierno?


¡Camada de víboras! ¿Cómo podrían hombres malvados como ustedes hablar de lo que es bueno y correcto? Pues lo que está en el corazón determina lo que uno dice.


Cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos venían a mirarlo bautizar, los enfrentó. «¡Camada de víboras! —exclamó—. ¿Quién les advirtió que huyeran de la ira que se acerca?


«Lo que hablan es repugnante, como el mal olor de una tumba abierta. Su lengua está llena de mentiras». «Veneno de serpientes gotea de sus labios».


»Y tú, mi pequeño hijo, serás llamado profeta del Altísimo, porque prepararás el camino para el Señor.


Podrán tomar serpientes en las manos sin que nada les pase y, si beben algo venenoso, no les hará daño. Pondrán sus manos sobre los enfermos, y ellos sanarán».


pero no tuvo relaciones sexuales con ella hasta que nació su hijo; y José le puso por nombre Jesús.


Dan será una serpiente junto al camino, una víbora venenosa en el sendero, que muerde los talones del caballo para que caiga el jinete.


»Después de este período de sesenta y dos conjuntos de siete, matarán al Ungido sin que parezca haber logrado nada y surgirá un gobernante cuyos ejércitos destruirán la ciudad y el templo. El fin llegará con una inundación; guerra, y la miseria que acarrea, está decretada desde ese momento hasta el fin.


Aunque se escondan en la cumbre del monte Carmelo, allí los buscaré y los capturaré. Aunque se oculten en el fondo del océano, enviaré tras ellos a la serpiente marina para que los muerda.


Entonces Jesús los guio por los escritos de Moisés y de todos los profetas, explicándoles lo que las Escrituras decían acerca de él mismo.


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