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Génesis 22:8 - Biblia Nueva Traducción Viviente

8 —Dios proveerá un cordero para la ofrenda quemada, hijo mío —contestó Abraham. Así que ambos siguieron caminando juntos.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Abrahán le respondió: 'Dios mismo proveerá el cordero, hijo mío. Y continuaron juntos el camino.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Dijo Abraham: ’Elohim se proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío. Y ambos iban juntos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Contestó Abrahán: 'Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío'. Y prosiguieron los dos juntos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.

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Génesis 22:8
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Al pasar Jesús, Juan lo miró y declaró: «¡Miren! ¡Ahí está el Cordero de Dios!».


Al día siguiente, Juan vio que Jesús se le acercaba y dijo: «¡Miren! ¡El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!


Ellos cantaban en un potente coro: «Digno es el Cordero que fue sacrificado, de recibir el poder y las riquezas y la sabiduría y la fuerza y el honor y la gloria y la bendición».


¿Existe algo demasiado difícil para el Señor? Regresaré dentro de un año, y Sara tendrá un hijo.


Y adoraron a la bestia todos los que pertenecen a este mundo, aquellos cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida que pertenece al Cordero que fue sacrificado antes de la creación del mundo.


Jesús los miró y les dijo: —Humanamente hablando es imposible, pero para Dios todo es posible.


Y yo le contesté: —Tú eres quien lo sabe, señor. Entonces él me dijo: —Estos son los que murieron en la gran tribulación. Han lavado y blanqueado sus ropas en la sangre del Cordero.


Entonces vi a un Cordero que parecía que había sido sacrificado, pero que ahora estaba de pie entre el trono y los cuatro seres vivientes y en medio de los veinticuatro ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos que representan los siete aspectos del Espíritu de Dios, el cual es enviado a todas las partes de la tierra.


Amasías le preguntó al hombre de Dios: —¿Pero qué de toda esa plata que pagué para contratar al ejército de Israel? El hombre de Dios contestó: —¡El Señor puede darle a usted mucho más que eso!


Isaac se dio vuelta y le dijo a Abraham: —¿Padre? —Sí, hijo mío —contestó Abraham. —Tenemos el fuego y la leña —dijo el muchacho—, ¿pero dónde está el cordero para la ofrenda quemada?


Cuando llegaron al lugar indicado por Dios, Abraham construyó un altar y colocó la leña encima. Luego ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar, encima de la leña.


Abraham llamó a aquel lugar Yahveh-jireh (que significa «el Señor proveerá»). Hasta el día de hoy, la gente todavía usa ese nombre como proverbio: «En el monte del Señor será provisto».


Entonces Elías le dijo a Eliseo: —Quédate aquí, porque el Señor me dijo que fuera al río Jordán. Pero una vez más, Eliseo respondió: —Tan cierto como que el Señor vive y que tú vives, ¡nunca te dejaré! Así que siguieron juntos.


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