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Gálatas 3:1 - Biblia Nueva Traducción Viviente

1 ¡Ay gálatas tontos! ¿Quién los ha hechizado? Pues el significado de la muerte de Jesucristo se les explicó con tanta claridad como si lo hubieran visto morir en la cruz.

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Biblia Reina Valera 1960

1 ¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 ¡Qué tontos son ustedes, gálatas! ¿Cómo se han dejado hipnotizar ustedes, a quienes se les presentó a Cristo Jesús crucificado como si lo vieran?

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Oh gálatas insensatos, ante cuyos ojos Jesús el Mesías fue exhibido° crucificado! ¿Quién os fascinó?°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 ¡Oh insensatos gálatas! ¿Quién os ha fascinado, a vosotros, ante cuyos ojos ha sido presentado Jesucristo crucificado?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 ¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, ante cuyos ojos Jesucristo fue ya descrito entre vosotros como crucificado?

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Gálatas 3:1
38 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pero temo que, de alguna manera, su pura y completa devoción a Cristo se corrompa, tal como Eva fue engañada por la astucia de la serpiente.


»Pero tengo una queja en tu contra. Permites que esa mujer —esa Jezabel que se llama a sí misma profetisa— lleve a mis siervos por mal camino. Ella les enseña a cometer pecado sexual y a comer alimentos ofrecidos a ídolos.


Estoy horrorizado de que ustedes estén apartándose tan pronto de Dios, quien los llamó a sí mismo por medio de la amorosa misericordia de Cristo. Están siguiendo un evangelio diferente, que aparenta ser la Buena Noticia,


Pues ha llegado el tiempo del juicio, y debe comenzar por la casa de Dios; y si el juicio comienza con nosotros, ¿qué terrible destino les espera a los que nunca obedecieron la Buena Noticia de Dios?


Se jactan de sí mismos con alardes tontos y sin sentido. Saben cómo apelar a los deseos sexuales pervertidos, para incitar a que vuelvan al pecado los que apenas se escapaban de una vida de engaño.


Fue por la fe que Abraham obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y fuera a otra que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba.


Entonces ya no seremos inmaduros como los niños. No seremos arrastrados de un lado a otro ni empujados por cualquier corriente de nuevas enseñanzas. No nos dejaremos llevar por personas que intenten engañarnos con mentiras tan hábiles que parezcan la verdad.


Así que ahora que conocen a Dios (o mejor dicho, ahora que Dios los conoce a ustedes), ¿por qué quieren retroceder y convertirse otra vez en esclavos de los débiles e inútiles principios espirituales de este mundo?


¿Será posible que sean tan tontos? Después de haber comenzado su nueva vida en el Espíritu, ¿por qué ahora tratan de ser perfectos mediante sus propios esfuerzos?


Al obedecer la verdad, ustedes quedaron limpios de sus pecados, por eso ahora tienen que amarse unos a otros como hermanos, con amor sincero. Ámense profundamente de todo corazón.


De ese modo, Dios lo hizo apto para ser el Sumo Sacerdote perfecto, y Jesús llegó a ser la fuente de salvación eterna para todos los que lo obedecen.


Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios.


Cualquiera que enseñe algo diferente es arrogante y le falta entendimiento. Tal persona tiene el deseo enfermizo de cuestionar el significado de cada palabra. Esto provoca discusiones que terminan en celos, divisiones, calumnias y malas sospechas.


Cuando vi que ellos no seguían la verdad del mensaje del evangelio, le dije a Pedro delante de todos los demás: «Si tú, que eres judío de nacimiento, dejaste a un lado las leyes judías y vives como un gentil, ¿por qué ahora tratas de obligar a estos gentiles a seguir las tradiciones judías?


Pues, cada vez que coman este pan y beban de esta copa, anuncian la muerte del Señor hasta que él vuelva.


Pues decidí que, mientras estuviera con ustedes, olvidaría todo excepto a Jesucristo, el que fue crucificado.


Antes ustedes eran esclavos del pecado pero, gracias a Dios, ahora obedecen de todo corazón la enseñanza que les hemos dado.


pero derramará su ira y enojo sobre los que viven para sí mismos, los que se niegan a obedecer la verdad y, en cambio, viven entregados a la maldad.


Así que el mensaje de Dios siguió extendiéndose. El número de creyentes aumentó en gran manera en Jerusalén, y muchos de los sacerdotes judíos también se convirtieron.


Pues todas las naciones han caído debido al vino de su apasionada inmoralidad. Los reyes del mundo cometieron adulterio con ella. Debido a su deseo por lujos excesivos, los comerciantes del mundo se han enriquecido».


en llamas de fuego, y traerá juicio sobre los que no conocen a Dios y sobre los que se niegan a obedecer la Buena Noticia de nuestro Señor Jesús.


Aunque soy el menos digno de todo el pueblo de Dios, por su gracia él me concedió el privilegio de contarles a los gentiles acerca de los tesoros inagotables que tienen a disposición por medio de Cristo.


Destruimos todo obstáculo de arrogancia que impide que la gente conozca a Dios. Capturamos los pensamientos rebeldes y enseñamos a las personas a obedecer a Cristo;


—¡Qué tontería! —exclamó Samuel—. No obedeciste al mandato que te dio el Señor tu Dios. Si lo hubieras obedecido, el Señor habría establecido tu reinado sobre Israel para siempre.


Sin embargo, no todos aceptan la Buena Noticia, porque el profeta Isaías dijo: «Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje?».


¿Es así como le pagas al Señor, pueblo necio y sin entendimiento? ¿No es él tu Padre, quien te creó? ¿Acaso no te formó y te estableció?


Entonces Jesús les dijo: —¡Qué necios son! Les cuesta tanto creer todo lo que los profetas escribieron en las Escrituras.


Pues se levantarán falsos mesías y falsos profetas y realizarán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos de Dios.


Sin embargo, el que oye mi enseñanza y no la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena.


Luego, Pablo y Silas viajaron por la región de Frigia y Galacia, porque el Espíritu Santo les había impedido que predicaran la palabra en la provincia de Asia en ese tiempo.


Todos los hermanos de este lugar se unen a mí para enviar esta carta que escribo a las iglesias de Galacia.


Amados hermanos, si yo todavía predicara que ustedes deben circuncidarse —como algunos dicen que hago—, ¿por qué, entonces, aún se me persigue? Si ya no predicara que la salvación es por medio de la cruz de Cristo, nadie se ofendería.


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