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Filipenses 4:17 - Biblia Nueva Traducción Viviente

17 No digo esto esperando que me envíen una ofrenda. Más bien, quiero que ustedes reciban una recompensa por su bondad.

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Biblia Reina Valera 1960

17 No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 No es que yo busque regalos; más me interesa que la cuenta de ustedes vaya subiendo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 No penséis° que busco la dádiva, sino que busco que abunde el fruto en vuestra cuenta.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Y no es que yo busque donativos; lo que busco es que los intereses aumenten vuestra cuenta.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde a vuestra cuenta.

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Filipenses 4:17
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Los nuestros tienen que aprender a hacer el bien al satisfacer las necesidades urgentes de otros; entonces no serán personas improductivas.


Pues Dios no es injusto. No olvidará con cuánto esfuerzo han trabajado para él y cómo han demostrado su amor por él sirviendo a otros creyentes como todavía lo hacen.


Cuando producen mucho fruto, demuestran que son mis verdaderos discípulos. Eso le da mucha gloria a mi Padre.


cuiden del rebaño que Dios les ha encomendado. Háganlo con gusto, no de mala gana ni por el beneficio personal que puedan obtener de ello, sino porque están deseosos de servir a Dios.


Pues un líder de la iglesia es un administrador de la casa de Dios, y debe vivir de manera intachable. No debe ser arrogante, ni iracundo, ni emborracharse, ni ser violento, ni deshonesto con el dinero.


No es que haya pasado necesidad alguna vez, porque he aprendido a estar contento con lo que tengo.


Como bien saben, ni una sola vez tratamos de ganarlos adulándolos. ¡Y Dios es nuestro testigo de que nunca aparentamos ser amigos de ustedes con el fin de sacarles dinero!


Así que pensé que debería enviarles a estos hermanos primero, a fin de estar seguro de que tienen lista la ofrenda que prometieron; pero quiero que sea una ofrenda voluntaria, no una ofrenda dada de mala gana.


En cuanto yo entregue ese dinero y termine esa buena acción de los gentiles, iré a visitarlos a ustedes de camino a España.


Ustedes no me eligieron a mí, yo los elegí a ustedes. Les encargué que vayan y produzcan frutos duraderos, así el Padre les dará todo lo que pidan en mi nombre.


Otra vez lo digo, no piensen que soy un necio por hablar así; pero aun si lo piensan, escúchenme, tal como lo harían con una persona necia, mientras que yo también me jacto un poco.


«¡Cómo quisiera que alguno de ustedes cerrara las puertas del templo para que esos sacrificios despreciables no fueran ofrecidos! No estoy nada contento con ustedes —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—, y no aceptaré sus ofrendas.


Si ayudas al pobre, le prestas al Señor, ¡y él te lo pagará!


¡Qué aflicción les espera! Pues siguen los pasos de Caín, quien mató a su hermano. Al igual que Balaam, engañan a la gente por dinero; y, como Coré, perecen en su propia rebelión.


Llevados por la avaricia, inventarán mentiras ingeniosas para apoderarse del dinero de ustedes; pero Dios los condenó desde hace mucho, y su destrucción no tardará en llegar.


No debe emborracharse ni ser violento. Debe ser amable, no debe buscar pleitos ni amar el dinero.


Que estén siempre llenos del fruto de la salvación —es decir, el carácter justo que Jesucristo produce en su vida— porque esto traerá mucha gloria y alabanza a Dios.


¡Miserable de mí! Me siento como el recolector de fruta que después de cosechar no encuentra nada que comer. No encuentro ni un racimo de uvas ni uno de los primeros higos para saciar mi hambre.


Se apartaron del buen camino y siguieron los pasos de Balaam, hijo de Beor, a quien le encantaba ganar dinero haciendo el mal;


Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas.


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