Tus sacerdotes desobedecieron mis enseñanzas y profanaron mis objetos santos. No hacen ninguna diferencia entre lo que es santo y lo que no es, tampoco enseñan a mi pueblo la diferencia entre lo que es ceremonialmente puro e impuro. Desprecian mis días de descanso, de modo que soy deshonrado entre ellos.
Mi pueblo está siendo destruido porque no me conoce. Así como ustedes, sacerdotes, se niegan a conocerme, yo me niego a reconocerlos como mis sacerdotes. Ya que olvidaron las leyes de su Dios, me olvidaré de bendecir a sus hijos.
Ellos enseñan tus ordenanzas a Jacob y dan tus instrucciones a Israel. Ofrecen incienso delante de ti y presentan ofrendas quemadas enteras sobre el altar.
Esto responde el Señor: —Si regresas a mí te restauraré para que puedas continuar sirviéndome. Si hablas palabras beneficiosas en vez de palabras despreciables, serás mi vocero. Tienes que influir en ellos; ¡no dejes que ellos influyan en ti!
Este procedimiento determinará si una persona u objeto es ceremonialmente puro o impuro. »Estas son las instrucciones con respecto a las enfermedades de la piel y al moho».