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Ezequiel 26:19 - Biblia Nueva Traducción Viviente

19 »Esto dice el Señor Soberano: convertiré a Tiro en ruinas despobladas, como muchas otras. La sepultaré bajo las terribles oleadas del ataque enemigo. Los grandes mares te tragarán.

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Biblia Reina Valera 1960

19 Porque así ha dicho Jehová el Señor: Yo te convertiré en ciudad asolada, como las ciudades que no se habitan; haré subir sobre ti el abismo, y las muchas aguas te cubrirán.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Sí, Yavé lo dijo: Te convertiré en una ciudad desierta, como las ciudades abandonadas. El océano te arrasará, sus olas pasarán por encima de ti.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Porque así dice Adonay YHVH: Yo te convertiré en ciudad asolada. Como las ciudades que ya no se habitan, haré que el océano suba sobre ti, y las muchas aguas te cubrirán.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Porque así dice el Señor Yahveh: 'Cuando yo te convierta en ciudad devastada, como las ciudades despobladas; cuando levante sobre ti el océano y te cubran las aguas caudalosas,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 Porque así dice el Señor Jehová: Yo te tornaré en ciudad asolada, como las ciudades que no se habitan; haré subir sobre ti el abismo, y las muchas aguas te cubrirán.

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Ezequiel 26:19
7 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

»Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano: oh Tiro, yo soy tu enemigo y haré que muchas naciones se levanten contra ti como las olas del mar que rompen contra tu costa.


Luego el ángel me dijo: «Las aguas donde la prostituta gobierna representan grandes multitudes de cada nación y lengua.


»Luego, al tiempo del fin, el rey del sur atacará al rey del norte. El rey del norte saldrá precipitadamente en carros de guerra con sus conductores y una enorme armada. Invadirá varios territorios y los arrasará como una inundación.


»Después de este período de sesenta y dos conjuntos de siete, matarán al Ungido sin que parezca haber logrado nada y surgirá un gobernante cuyos ejércitos destruirán la ciudad y el templo. El fin llegará con una inundación; guerra, y la miseria que acarrea, está decretada desde ese momento hasta el fin.


»”¡Pero mira! ¡Tus remeros te han llevado hacia mares tempestuosos! ¡Un poderoso viento oriental te ha causado destrozos en alta mar!


Luego me preguntó: —Hijo de hombre, ¿podrán estos huesos volver a convertirse en personas vivas? —Oh Señor Soberano —respondí—, solo tú sabes la respuesta.


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