Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Ezequiel 26:17 - Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Después se lamentarán por ti entonando este canto fúnebre: »¡Oh famosa ciudad isleña, que antes gobernaba el mar, cómo has sido destruida! Tu gente, con su poderío naval, antes sembraba terror por todo el mundo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

17 Y levantarán sobre ti endechas, y te dirán: ¿Cómo pereciste tú, poblada por gente de mar, ciudad que era alabada, que era fuerte en el mar, ella y sus habitantes, que infundían terror a todos los que la rodeaban?

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Entonces cantarán por ti este canto fúnebre: ¿Dónde está la ciudad famosa a la que sus habitantes daban tanto prestigio?

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Levantarán endechas sobre ti, y dirán de ti: ¡Cómo sucumbió la ciudad tan alabada! Poblada por gente de los mares. Poderosa en el mar, ella junto con sus moradores, Impusieron su terror a cuantos la rodeaban.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Entonarán por ti una lamentación y te dirán: '¡Cómo has perecido, cómo has desaparecido de los mares, ciudad renombrada, la que era poderosa en el mar, ella y sus habitantes, que infundían terror en todo el continente!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Y levantarán sobre ti endechas, y te dirán: ¿Cómo pereciste tú, poblada por gente de mar, ciudad que fue alabada, que fue fuerte en el mar, ella y sus habitantes, que infundían terror a todos sus vecinos?

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Ezequiel 26:17
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

»¡Cómo has caído del cielo, oh estrella luciente, hijo de la mañana! Has sido arrojado a la tierra, tú que destruías a las naciones del mundo.


»Entona este canto fúnebre para los príncipes de Israel:


Sí, este es el canto fúnebre que entonarán para Egipto. Que todas las naciones hagan luto. Que se lamenten por Egipto y sus multitudes. ¡Yo, el Señor Soberano, he hablado!”».


«Hijo de hombre, laméntate por el faraón, rey de Egipto, y dale este mensaje: »“Te crees un león joven y fuerte entre las naciones, pero en realidad solo eres un monstruo marino que se retuerce en sus propios ríos y revuelve el lodo con las patas.


De sus ramas surgió fuego que devoró sus frutos. Las ramas que le quedan no son tan fuertes para ser el cetro de un rey”. »Este es un canto fúnebre y se entonará en un funeral».


Pero ahora tú pasas vergüenza, ciudad de Sidón, porque Tiro, la fortaleza del mar, dice: «Ahora estoy sin hijos; no tengo hijos ni hijas».


Esta es la ruidosa ciudad que un día fue tan segura. «¡Yo soy la más grande! —se jactaba—. ¡No hay otra ciudad que se compare conmigo!». Sin embargo, ahora, miren la ruina en la que se convirtió, un refugio de animales salvajes. Todo el que pase por allí se reirá con desdén y sacudirá su puño en señal de desafío.


En aquel día sus enemigos se burlarán de ustedes cuando entonen esta canción de lamento acerca de ustedes: «¡Estamos acabados, totalmente arruinados! Dios confiscó la tierra, nos la ha quitado. Dio nuestros campos a los que nos traicionaron».


«Si vinieran ladrones en la noche y te robaran, (¡qué desastre te espera!) no se llevarían todo. Los que cosechan uvas siempre dejan unas cuantas para los pobres. ¡Pero tus enemigos te aniquilarán por completo!


¡Cómo braman de hambre los animales! Las manadas de ganado vagan desorientadas porque no encuentran pasto. Los rebaños de ovejas y cabras gimen en su sufrimiento.


Jerusalén, antes colmada de gente, ahora está desierta. La que en su día fue grande entre las naciones ahora queda sola como una viuda. La que antes era la reina de toda la tierra ahora es una esclava.


Escuchen, ustedes mujeres, las palabras del Señor; abran sus oídos a lo que él tiene que decir. Enseñen a sus hijas a gemir; enséñense unas a otras a lamentarse.


Rápate en señal de luto y llora a solas en las montañas, porque el Señor ha rechazado y ha abandonado a esta generación que ha provocado su furia”.


Oh, pueblo mío, vístete de tela áspera y siéntate entre las cenizas. Laméntate y llora amargamente, como el que pierde a un hijo único. ¡Pues los ejércitos destructores caerán de sorpresa sobre ti!


¿Quién hizo caer este desastre sobre Tiro, la gran fundadora de reinos? Sus comerciantes eran todos príncipes; sus mercaderes, nobles.


¡Oh Israel, tu orgullo y tu alegría yacen muertos en las colinas! ¡Oh, cómo han caído los héroes poderosos!


Luego el límite giraba en dirección a Ramá y a la fortaleza de Tiro, donde daba un giro hacia Hosa y llegaba al mar Mediterráneo. El territorio también incluía Majaleb, Aczib,


¡Cómo quedó hecha añicos! ¡Escuchen los lamentos! ¡Miren la vergüenza de Moab! Se ha vuelto objeto de burla, ejemplo de ruina para todos sus vecinos».


Babilonia, el martillo más poderoso de toda la tierra, queda roto y hecho pedazos. ¡Babilonia queda desolada entre las naciones!


Sus tumbas están en lo más hondo de la fosa, rodeadas por las de sus aliados. Antes infundían terror en el corazón de muchos por todas partes, ahora fueron masacrados a espada.


No fueron enterrados con honores, como sus héroes caídos, quienes descendieron a la tumba con sus armas: con el cuerpo cubierto por su escudo y con la espada debajo de la cabeza. Ellos cargan con la culpa porque en vida aterrorizaban a todos.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម