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Ezequiel 24:12 - Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Pero es un caso perdido; la corrupción no puede limpiarse. Así que échala al fuego.

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Biblia Reina Valera 1960

12 En vano se cansó, y no salió de ella su mucha herrumbre. Solo en fuego será su herrumbre consumida.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 ¡Pero no! El óxido está tan metido que no sale con el fuego.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Pero vano es el esfuerzo, pues ni con el fuego suelta de sí su mucho verdín.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 '¡Esfuerzo agotador! Ni aun con el fuego se le quita su espesa roña. La roña

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Se fatigó con mentiras, y no salió de ella su mucha herrumbre. En fuego su herrumbre será consumida.

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Ezequiel 24:12
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Todos se engañan y se estafan entre sí; ninguno dice la verdad. Con la lengua, entrenada a fuerza de práctica, dicen mentiras; pecan hasta el cansancio.


¿No ha prometido el Señor de los Ejércitos Celestiales que las riquezas de las naciones se convertirán en cenizas? ¡Se esfuerzan mucho, pero todo es en vano!


Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales: «Las gruesas murallas de Babilonia serán arrasadas y sus inmensas puertas serán quemadas. ¡Los constructores de muchos países han trabajado en vano porque su obra será destruida por fuego!».


Señor, tú estás buscando la honradez. Golpeaste a tu pueblo, pero no prestó atención. Los has aplastado, pero se negaron a ser corregidos. Son tercos, de caras duras como piedra; rehusaron arrepentirse.


Pues mi pueblo ha cometido dos maldades: me ha abandonado a mí —la fuente de agua viva— y ha cavado para sí cisternas rotas ¡que jamás pueden retener el agua!


Tu impureza es tu lascivia y la corrupción fruto de tu idolatría. Yo traté de limpiarte, pero tú te negaste. Ahora quedarás en tu inmundicia hasta que sacie mi furia contra ti”.


»”Ahora bien, esto dice el Señor Soberano: ¡qué aflicción le espera a Jerusalén, ciudad de asesinos! Ella es una olla de cocina cuya corrupción no puede limpiarse. Saca los trozos de carne al azar, porque ningún pedazo es mejor que otro.


Tanto consejo recibido te ha cansado. ¿Dónde están tus astrólogos, esos que miran a las estrellas y hacen predicciones todos los meses? Que den la cara y te salven de lo que te depara el futuro.


¿Por qué buscar más castigo? ¿Se rebelarán para siempre? Tienen la cabeza herida y el corazón angustiado.


Al Señor le agradó el aroma del sacrificio y se dijo a sí mismo: «Nunca más volveré a maldecir la tierra por causa de los seres humanos, aun cuando todo lo que ellos piensen o imaginen se incline al mal desde su niñez. Nunca más volveré a destruir a todos los seres vivos.


El pueblo de Israel se alimenta del viento; todo el día corre tras el viento del oriente. Amontonan mentiras y violencia; hacen una alianza con Asiria mientras mandan aceite de oliva a fin de comprar el apoyo de Egipto.


Los fuelles soplan las llamas con furor para quemar la corrupción. Pero no los purifica, ya que su perversidad permanece.


He visto tu adulterio y tu pasión sexual, y tu asquerosa adoración de ídolos en los campos y sobre las colinas. ¡Qué aflicción te espera, Jerusalén! ¿Cuánto falta para que seas pura?».


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