Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Ezequiel 22:27 - Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Tus líderes son como lobos que despedazan a sus víctimas. ¡En realidad destruyen vidas a cambio de dinero!

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

27 Sus príncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancias injustas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Tus jefes se comportan en el país como lobos que desgarran una presa, que derraman sangre y condenan a muerte a la gente para sacar algún provecho.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

27 Sus príncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan la presa, derramando sangre y destruyendo almas, a fin de obtener ganancias deshonestas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Sus jefes, dentro de ella, son como lobos que desgarran la presa, derramando sangre y matando a las personas para hacer su negocio.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

27 Sus príncipes en medio de ella como lobos que arrebataban presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancia deshonesta.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Ezequiel 22:27
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

»”Sin embargo, ahora yo bato las palmas con indignación por tus ganancias deshonestas y tu derramamiento de sangre.


»”Cada uno de los líderes de Israel que vive dentro de tus murallas está decidido a derramar sangre.


Tus líderes son rebeldes, compañeros de ladrones. A todos ellos les encantan los sobornos y exigen que se los den, pero se niegan a defender la causa de los huérfanos y a luchar por los derechos de las viudas.


Les dijo: «Las Escrituras declaran: “Mi templo será llamado casa de oración”, ¡pero ustedes lo han convertido en una cueva de ladrones!».


Sus líderes son como leones rugientes en cacería de sus víctimas. Sus jueces son como lobos voraces al anochecer, que para la mañana no han dejado rastro de su presa.


¡Enemigos míos, no se regodeen de mí! Pues aunque caiga, me levantaré otra vez. Aunque esté en oscuridad, el Señor será mi luz.


»”Esto dice el Señor Soberano: ¡basta ya, príncipes de Israel! Abandonen la violencia y la opresión, y hagan lo que es justo y correcto. Dejen de estafar a mi pueblo y de robarle su tierra. No los desalojen de sus casas, dice el Señor Soberano.


Tus príncipes traman conspiraciones tal como los leones que acechan su presa. Devoran a los inocentes apoderándose de sus tesoros y quitándoles su riqueza mediante la extorsión; y dejan viudas a muchas mujeres del país.


»Ten cuidado de los falsos profetas que vienen disfrazados de ovejas inofensivas pero en realidad son lobos feroces.


Sé que, después de mi salida, vendrán en medio de ustedes falsos maestros como lobos rapaces y no perdonarán al rebaño.


Entonces ahora un león de la selva los atacará; un lobo del desierto se les echará encima. Un leopardo acechará cerca de sus ciudades, y hará trizas a quien se atreva a salir. Pues grande es la rebelión de ellos, y muchos son sus pecados.


Así es, yo los partiré, sean autoridades de Judá o de Jerusalén, funcionarios de la corte, sacerdotes o gente común, porque rompieron su juramento.


En cuanto entraron a la ciudad, Ismael y sus hombres los mataron a todos, menos a diez, y echaron sus cuerpos en una cisterna.


y dale este mensaje de parte del Señor Soberano: “Ciudad de asesinos, condenada y maldita —ciudad de ídolos, inmunda y repugnante—


Entonces ellos se acercan fingiendo sinceridad y se sientan delante de ti. Escuchan tus palabras, pero no tienen ninguna intención de hacer lo que tú les dices. Tienen la boca llena de palabras sensuales y en su corazón solo buscan dinero.


Ustedes beben la leche, se visten con la lana y matan a los mejores animales, pero dejan que sus rebaños pasen hambre.


Haré que mi pueblo vuelva a transitarlos y ustedes formarán parte de su territorio. Nunca más privarán ustedes a mi pueblo de sus hijos.


Estas dos porciones de tierra se le asignarán al príncipe. Entonces mis príncipes dejarán de oprimir a mi pueblo y de robarle; repartirán el resto de la tierra al pueblo, asignando una porción a cada tribu.


Además, el príncipe nunca podrá quitarle a nadie su tierra por la fuerza. Si le regala propiedades a sus hijos, tendrán que ser de su propia tierra, porque no deseo que ninguno de mi pueblo sea desalojado injustamente de su propiedad”».


»¡Qué aflicción te espera a ti que construyes mansiones con dinero deshonesto! Crees que tu riqueza comprará seguridad y así pondrás el nido familiar fuera de peligro.


Asimismo, todos los jefes de los sacerdotes y el pueblo se volvieron cada vez más infieles. Siguieron todas las prácticas paganas de las naciones vecinas y profanaron el templo del Señor que había sido consagrado en Jerusalén.


Los perversos aceptan sobornos a escondidas para pervertir el curso de la justicia.


No obstante, ocurrió a causa de los pecados de sus profetas y de los pecados de sus sacerdotes, que profanaron la ciudad al derramar sangre inocente.


Ustedes me deshonran delante de mi pueblo por unos puñados de cebada o un trozo de pan. Al mentirle a mi pueblo —que disfruta de las mentiras—, ustedes matan a quienes no deben morir y prometen vida a quienes no deben vivir”.


Así que los demás judíos intervinieron, declarando que todo lo que Tértulo había dicho era cierto.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម