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Ezequiel 21:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

9 «Hijo de hombre, da al pueblo el siguiente mensaje de parte del Señor: »“Una espada, una espada está siendo afilada y pulida.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Hijo de hombre, profetiza, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: Di: La espada, la espada está afilada, y también pulida.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Sí, quiero que desaparezcan de ti tanto el justo como el malvado; para eso sale mi espada de su vaina, para castigar a todo mortal, desde el sur al norte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Hijo de hombre, profetiza, y di: Así dice Adonay YHVH; di: ¡Espada, espada afilada y bruñida!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Puesto que voy a exterminar de ti a inocentes y pecadores, por eso saldrá mi espada de su vaina contra todo mortal desde el sur hasta el norte.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Hijo de hombre, profetiza, y di: Así dice Jehová: Di: La espada, la espada está afilada, y también pulida.

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Ezequiel 21:9
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

»Ahora, hijo de hombre, profetiza sobre los amonitas y sus burlas. Dales el siguiente mensaje de parte del Señor Soberano: »“Una espada, una espada se desenvainó para tu masacre. Está pulida para destruir, ¡y destella como un rayo!


Dile: “Esto dice el Señor: ‘Oh Israel, yo soy tu enemigo y voy a desenvainar mi espada para destruir a tu gente, a justos y a perversos por igual.


Aunque sus enemigos los lleven al destierro, ordenaré a la espada que allí los mate. Estoy decidido a traerles desastre y no a ayudarlos».


Que el corazón se les derrita de pavor, porque la espada reluce en cada puerta de la ciudad. ¡Destella como un rayo y está pulida para la matanza!


Y si te dijeren: “¿Pero adónde podemos ir?”, diles: “Esto dice el Señor: »”‘Los que están destinados a la muerte, a la muerte; los destinados a la guerra, a la guerra; los destinados al hambre, al hambre; los destinados al cautiverio, al cautiverio’”.


Se pueden ver ejércitos destructores en todas las cumbres desiertas de las colinas. La espada del Señor devora a la gente de un extremo al otro de la nación. ¡Nadie escapará!


El Señor castigará al mundo con fuego y con su espada. Juzgará a la tierra y muchos morirán a manos de él.


En aquel día, el Señor tomará su espada veloz y terrible para castigar al Leviatán: la serpiente que se mueve con gran rapidez, la serpiente que se retuerce y se enrolla. Él matará al dragón del mar.


Cuando les arranquen la flecha de la espalda, la punta brillará con sangre. El terror de la muerte los invade.


Ensillen los caballos, y monten los sementales. Tomen sus posiciones y pónganse los cascos. Afilen las lanzas y preparen sus armaduras.


Inocente o perverso, para Dios es lo mismo, por eso digo: “Él destruye tanto al intachable como al perverso”.


»¿Pero cómo se mantendrá quieta cuando el Señor la ha enviado en una misión? Pues la ciudad de Ascalón y el pueblo que vive junto al mar deben ser destruidos».


Así es, ¡eliminaré tanto a los justos como a los perversos! Sacaré mi espada contra todos los que estén en la tierra, desde el sur hasta el norte.


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