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Ezequiel 21:7 - Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Cuando te pregunten por qué gimes, diles: “Gimo por la aterradora noticia que oí. Cuando se haga realidad, el corazón más valiente se derretirá de miedo; toda fuerza se desvanecerá. Todo espíritu decaerá; las rodillas fuertes se debilitarán como el agua. Y el Señor Soberano dice: ‘¡Está por llegar! ¡Ya está en camino!’”».

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Biblia Reina Valera 1960

7 Y cuando te dijeren: ¿Por qué gimes tú?, dirás: Por una noticia que cuando llegue hará que desfallezca todo corazón, y toda mano se debilitará, y se angustiará todo espíritu, y toda rodilla será débil como el agua; he aquí que viene, y se hará, dice Jehová el Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Hijo de hombre, vuélvete hacia Jerusalén, profetiza en contra del Templo, profetiza en contra de la tierra de Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 y cuando te pregunten: ¿Por qué gimes? dirás: A causa de una noticia, porque viene, y hará que todo corazón desfallezca y toda mano se debilite. Todo espíritu se angustiará y toda rodilla se aflojará como el agua. He aquí viene, y será cumplido, dice Adonay YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 'Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia Jerusalén, vaticina hacia los santuarios, profetiza contra el país de Israel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Y será, que cuando te dijeren: ¿Por qué gimes tú? dirás: Por la noticia que viene; y todo corazón desfallecerá, y toda mano se debilitará, y se angustiará todo espíritu, y toda rodilla será débil como el agua; he aquí que viene, y se hará, dice el Señor Jehová.

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Ezequiel 21:7
37 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Sus manos colgarán sin fuerza; las rodillas les quedarán débiles como el agua.


Por lo tanto, renueven las fuerzas de sus manos cansadas y fortalezcan sus rodillas debilitadas.


Pronto la ciudad es saqueada; queda vacía y en ruinas. Los corazones se derriten y tiemblan las rodillas. La gente queda horrorizada, con la cara pálida, temblando de miedo.


Habrá calamidad tras calamidad; un rumor seguirá a otro rumor. En vano buscarán una visión de los profetas. No recibirán enseñanza de los sacerdotes ni consejo de los líderes.


El rey de Babilonia ha oído informes acerca del enemigo y tiembla de miedo. Se apoderaron de él punzadas de angustia como a una mujer en trabajo de parto.


Todos los brazos están paralizados de temor; cada corazón se derrite


La gente quedará aterrada de lo que verá venir sobre la tierra, porque los poderes de los cielos serán sacudidos.


Entonces la gente me preguntó: «¿Qué significa todo esto? ¿Qué tratas de decirnos?».


Entonces dije: «Oh Señor Soberano, ¡la gente anda diciendo de mí: “Él solo habla en enigmas!”».


Tenemos el corazón angustiado y cansado, y nuestros ojos se nublan por las lágrimas,


Este es el mensaje que se dio acerca de Damasco. Esto dice el Señor: «El temor se apoderó de las ciudades de Hamat y Arfad porque oyeron los anuncios de su propia destrucción. El corazón de ellos está agitado como el mar cuando hay una tormenta furiosa.


Mi dolor no tiene remedio; mi corazón está destrozado.


Con esta noticia, fortalezcan a los que tienen cansadas las manos, y animen a los que tienen débiles las rodillas.


Una y otra vez vendrá esa inundación, mañana tras mañana, día y noche, hasta que arrase con todos ustedes». Este mensaje llenará de terror al pueblo.


A la corte real de Judá había llegado la siguiente noticia: «¡Aram se ha aliado con Israel en contra de nosotros!». Por eso, el corazón del rey y el de su pueblo temblaron de miedo, como tiemblan los árboles en medio de una tormenta.


Entonces esto es lo que el Señor, Dios de Israel, dice: traeré tanto desastre sobre Jerusalén y Judá que los oídos de quienes lo oigan se estremecerán de horror.


Así pues hasta los soldados más valientes, aunque tengan el corazón de un león, quedarán paralizados de miedo, porque todo Israel sabe qué poderoso guerrero es tu padre y qué valientes son sus hombres.


Cuando todos los reyes amorreos al occidente del Jordán y todos los reyes cananeos que vivían a lo largo de la costa del mar Mediterráneo oyeron cómo el Señor había secado el río Jordán para que el pueblo de Israel pudiera cruzar, se desanimaron y quedaron paralizados de miedo a causa de los israelitas.


»Luego los jefes también dirán: “¿Alguno de ustedes tiene miedo o está angustiado? De ser así, puede irse a su casa antes de que atemorice a alguien más”.


»En cuanto a aquellos de ustedes que sobrevivan, los desmoralizaré en la tierra de sus enemigos. Vivirán en tanto temor que el sonido de una hoja llevada por el viento los hará huir. Correrán como si huyeran de una espada, y caerán aun cuando nadie los persiga.


Los líderes de Edom están aterrados; los nobles de Moab tiemblan. Todos los que viven en Canaán se desvanecen;


El fin del mundo se acerca. Por consiguiente, sean serios y disciplinados en sus oraciones.


persiguieron a los israelitas desde la puerta de la ciudad hasta las canteras y mataron como a treinta y seis que iban en retirada por la ladera. Los israelitas quedaron paralizados de miedo ante esto, y su valentía se desvaneció.


Que desaparezcan como agua en tierra sedienta; que sean inútiles las armas en sus manos.


»¡Hijo de hombre, gime delante del pueblo! Gime ante ellos con amarga angustia y el corazón destrozado.


Que el corazón se les derrita de pavor, porque la espada reluce en cada puerta de la ciudad. ¡Destella como un rayo y está pulida para la matanza!


¿Qué tan fuerte y valiente serás en el día del juicio? Yo, el Señor, he hablado y cumpliré lo que he dicho.


y el rostro se le puso pálido del susto. Le temblaron las rodillas a causa del miedo y se le aflojaron las piernas.


Entonces Jeremías habló en su propia defensa a los funcionarios y al pueblo. «El Señor me envió para profetizar contra este templo y contra esta ciudad —dijo—. El Señor me dio cada una de las palabras que he hablado;


«Hijo de hombre, ponte de cara a los montes de Israel y profetiza contra ellos.


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