Ezequiel 17:24 - Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁴ Todos los árboles sabrán que soy yo, el Señor, quien tala el árbol alto y hace crecer alto el árbol pequeño. Soy yo quien hace secar el árbol verde y le da vida al árbol seco. ¡Yo, el Señor, he hablado y cumpliré lo que he dicho!”».

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Biblia Reina Valera 1960

²⁴ Y sabrán todos los árboles del campo que yo Jehová abatí el árbol sublime, levanté el árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice reverdecer el árbol seco. Yo Jehová lo he dicho, y lo haré.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁴ Todos los árboles del campo sabrán entonces que yo soy Yavé: yo rebajo al árbol que se eleva y levanto al árbol humillado; seco al árbol verde y hago florecer al árbol seco; yo Yavé lo dije y lo haré.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁴ Y todos los árboles del campo sabrán que Yo, YHVH, Humillo el árbol elevado, Y exalto el árbol humilde, Seco el árbol verde, Y hago reverdecer el árbol seco. Yo, YHVH, lo predije y lo he cumplido.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁴ Y sabrán todos los árboles del campo que yo, Yahveh, humillo al árbol elevado y elevo al árbol humilde, seco al árbol verde y reverdezco al árbol seco. Yo, Yahveh, lo he dicho y lo haré.'

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁴ Y sabrán todos los árboles del campo que yo Jehová abatí el árbol sublime, levanté el árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice reverdecer el árbol seco. Yo Jehová hablé, y lo hice.

Ezequiel 17:24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Amós 9:11

»En aquel día restauraré la casa caída de David. Repararé sus muros dañados. De las ruinas, la reedificaré y restauraré su gloria anterior.

Ezequiel 24:14

»¡Yo, el Señor, he hablado! Ha llegado la hora y no me contendré. No cambiaré de parecer ni tendré compasión de ti. Serás juzgada por tus acciones perversas, dice el Señor Soberano».

Isaías 26:5

Él humilla a los orgullosos y derriba a la ciudad arrogante; él la echa al polvo.

Ezequiel 22:14

¿Qué tan fuerte y valiente serás en el día del juicio? Yo, el Señor, he hablado y cumpliré lo que he dicho.

Ezequiel 21:26

Esto dice el Señor Soberano: »“Quítate la corona de joyas, porque el antiguo orden está por cambiar. Ahora los humildes serán exaltados, y los poderosos serán humillados.

Ezequiel 12:25

¡Pues yo soy el Señor! Si yo lo digo, sucederá. Ya no habrá más demora para ustedes, rebeldes de Israel. Cumpliré mi amenaza de destrucción durante los años de su vida. ¡Yo, el Señor Soberano, he hablado!».

Job 5:11

Él hace prosperar a los pobres y protege a los que sufren.

Lucas 1:33

Y reinará sobre Israel para siempre; ¡su reino no tendrá fin!

Mateo 24:35

El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás.

Salmos 89:45

Lo has hecho envejecer antes de tiempo y lo deshonraste en público. Interludio

Salmos 89:38

Pero ahora lo has rechazado y desechado y estás enojado con tu rey ungido.

Job 40:12

Humíllalos con una mirada; pisa a los malvados allí donde están.

Lucas 21:33

El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás.

Números 17:8

Al día siguiente, cuando Moisés entró en el tabernáculo del pacto, encontró que la vara de Aarón, que representaba a la tribu de Leví, ¡había retoñado, echado brotes, florecido y producido almendras maduras!

Isaías 22:19

»Sí, te sacaré de tu puesto —dice el Señor—, te derribaré de tu elevada posición.

Ezequiel 18:1

Luego recibí otro mensaje del Señor:

Ezequiel 36:36

Entonces las naciones vecinas que hayan sobrevivido sabrán que yo, el Señor, reedifiqué lo que estaba en ruinas y volví a sembrar la tierra baldía. Pues yo, el Señor, lo he dicho, y cumpliré mi palabra.

Daniel 5:21

Fue expulsado de la sociedad humana. Se le dio la mente de un animal salvaje y vivió entre los burros salvajes. Comió pasto como el ganado y lo mojó el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Dios Altísimo gobierna los reinos del mundo y designa a quien él quiere para que los gobierne.

Ezequiel 37:14

Pondré mi Espíritu en ti, volverás a vivir y regresarás a tu propia tierra. Entonces sabrás que yo, el Señor, he hablado y que he cumplido mi palabra. ¡Sí, el Señor ha hablado!’”».