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Ezequiel 16:50 - Biblia Nueva Traducción Viviente

50 Ella fue arrogante y cometió pecados detestables, por eso la destruí, como has visto.

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Biblia Reina Valera 1960

50 Y se llenaron de soberbia, e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi las quité.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

50 Se volvieron arrogantes, hicieron lo que me desagrada, por eso las hice desaparecer como tú lo has visto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

50 Se ensoberbecieron delante de mí, y cometieron abominaciones, por lo que las quité de en medio en cuanto lo vi.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

50 fueron altivas y cometieron abominación delante de mí. Por eso, cuando lo vi, las hice desaparecer.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

50 Y se enaltecieron, e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi las quité.

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Ezequiel 16:50
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Enseguida el Señor hizo llover de los cielos fuego y azufre ardiente sobre Sodoma y Gomorra.


Y le gritaron a Lot: —¿Dónde están los hombres que llegaron para pasar la noche contigo? ¡Haz que salgan para que podamos tener sexo con ellos!


Así que el Señor le dijo a Abraham: —He oído un gran clamor desde Sodoma y Gomorra, porque su pecado es muy grave.


Pero los habitantes de esa región eran sumamente perversos y no dejaban de pecar contra el Señor.


Y los reyes del mundo que cometieron adulterio con ella y disfrutaron de todos sus lujos, se lamentarán por ella cuando vean el humo que sube de sus restos carbonizados.


Asimismo no se olviden de Sodoma y Gomorra ni de las ciudades vecinas, las cuales estaban llenas de inmoralidad y de toda clase de perversión sexual. Esas ciudades fueron destruidas con fuego y sirven como advertencia del fuego eterno del juicio de Dios.


Tiempo después, Dios condenó las ciudades de Sodoma y Gomorra, y las redujo a montones de cenizas. Las puso como ejemplo de lo que le sucederá a la gente que vive sin Dios.


Ahora, tan cierto como que yo vivo —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel—, Moab y Amón serán destruidos, aniquilados por completo, igual que Sodoma y Gomorra. Su tierra será un lugar de ortigas, de pozos de sal y de desolación eterna. El remanente de mi pueblo los saqueará y tomará su tierra».


«Destruí algunas de sus ciudades, así como destruí Sodoma y Gomorra. Ustedes que sobrevivieron parecían tizones rescatados del fuego; pero aun así, no se volvieron a mí», dice el Señor.


La culpa de mi pueblo es mayor que la de Sodoma, donde, en un instante, cayó el desastre total y nadie ofreció ayuda.


La destruiré tal como yo destruí a Sodoma, a Gomorra y a sus ciudades vecinas —dice el Señor—. Nadie vivirá allí; nadie la habitará.


Será como la destrucción de Sodoma, Gomorra y sus ciudades vecinas —dice el Señor—. Nadie vivirá allí; nadie la habitará.


Que lo destruyan como a las ciudades de la antigüedad que el Señor derribó sin misericordia. Asústenlo todo el día con gritos de batalla,


Babilonia, el más glorioso de los reinos, la flor del orgullo caldeo, será devastada como Sodoma y Gomorra cuando Dios las destruyó.


La arrogancia va delante de la destrucción; la humildad precede al honor.


El orgullo va delante de la destrucción, y la arrogancia antes de la caída.


Los hogares de los malvados se quemarán por completo; azufre ardiente llueve sobre sus casas.


También derribó las habitaciones de los prostitutos y las prostitutas de los santuarios paganos ubicados dentro del templo del Señor, donde las mujeres tejían mantos para el poste dedicado a la diosa Asera.


Exclamarán: “Toda esta tierra quedó devastada con azufre y sal. Es una tierra baldía, sin cultivos, donde no crece nada, ni siquiera un tallo de pasto. Es como las ciudades de Sodoma y Gomorra, Adma y Zeboim, las cuales el Señor destruyó en su intenso enojo”.


»Ningún israelita, sea hombre o mujer, se dedicará a la prostitución ritual del templo.


»No practiques la homosexualidad, al tener relaciones sexuales con un hombre como si fuera una mujer. Es un pecado detestable.


Las destruyó por completo, junto con las demás ciudades y aldeas de la llanura. Así arrasó a todas las personas y a toda la vegetación;


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