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Ezequiel 16:15 - Biblia Nueva Traducción Viviente

15 »”Pero pensaste que eras dueña de tu fama y tu belleza. Entonces te entregaste como prostituta a todo hombre que pasaba. Tu belleza estaba a la disposición del que la pidiera.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Pero confiaste en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre, y derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Pero luego pusiste tu confianza en tu belleza, tu fama te permitió prostituirte; prodigaste tus encantos a cualquiera que pasaba y te fuiste con él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Pero pusiste tu confianza en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre, y derramaste tus fornicaciones a cualquiera que pasaba: del tal eras.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 'Pero segura de tu belleza y al amparo de tu fama te prostituiste y prodigaste tus prostituciones a todo transeúnte, entregándote a él.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Pero confiaste en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre y derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras.

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Ezequiel 16:15
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En cada esquina contaminaste tu belleza ofreciendo tu cuerpo a todo el que pasaba, en una interminable ola de prostitución.


»Hace tiempo rompí el yugo que te oprimía y arranqué las cadenas de tu esclavitud, pero aun así dijiste: “No te serviré”. Sobre cada colina y debajo de todo árbol frondoso te has prostituido inclinándote ante ídolos.


Han puesto símbolos paganos en los marcos de las puertas y detrás de ellas. Me han abandonado y se han metido en la cama con esos dioses detestables. Se han entregado a ellos y les encanta ver sus cuerpos desnudos.


Ambas se hicieron prostitutas en Egipto. Incluso cuando eran jovencitas, dejaban que los hombres manosearan sus senos.


pero no se dejen engañar por los que les prometen seguridad simplemente porque aquí está el templo del Señor. Ellos repiten: ‘¡El templo del Señor está aquí! ¡El templo del Señor está aquí!’.


Cuando el Señor le habló por primera vez a Israel por medio de Oseas, le dijo al profeta: «Ve y cásate con una prostituta, de modo que algunos de los hijos de ella sean concebidos en prostitución. Esto ilustrará cómo Israel se ha comportado como una prostituta, al volverse en contra del Señor y al rendir culto a otros dioses».


Cuando salió de Egipto, no abandonó la prostitución, sino que continuó tan depravada como en su juventud, cuando los egipcios se acostaban con ella, le manoseaban los senos y la tenían como prostituta.


Miren cómo Jerusalén, que antes era tan fiel, se ha convertido en una prostituta. Antes era el centro de la justicia y la rectitud, pero ahora está repleta de asesinos.


Tenía escrito en la frente un nombre misterioso: Babilonia la grande, madre de todas las prostitutas y obscenidades del mundo.


No se digan simplemente el uno al otro: “Estamos a salvo porque somos descendientes de Abraham”. Eso no significa nada, porque les digo que Dios puede crear hijos de Abraham de estas piedras.


En ese día ya no hará falta que sean avergonzados, porque dejarán de rebelarse contra mí. Quitaré al orgulloso y al arrogante de entre ustedes; no habrá más altivez en mi monte santo.


Ustedes, gobernantes, toman decisiones con base en sobornos; ustedes, sacerdotes, enseñan las leyes de Dios solo por dinero; ustedes, profetas, no profetizan a menos que se les pague. Sin embargo, todos alegan depender del Señor. «Nada malo nos puede suceder —dicen ustedes— porque el Señor está entre nosotros».


Comerán pero seguirán con hambre. Se prostituirán pero no lograrán nada, porque han abandonado al Señor


Cuando les digo a los justos que vivirán, pero después pecan y piensan que se salvarán por haber sido justos anteriormente, entonces no se tomará en cuenta ninguno de sus actos de justicia. Los destruiré por sus pecados.


esa poderosa ciudad y portal al mar, el centro comercial del mundo. Dale a Tiro este mensaje de parte del Señor Soberano: »“Oh Tiro, te jactaste diciendo: ‘¡Mi belleza es perfecta!’.


»”Sin embargo, ellos se rebelaron contra mí y no me hicieron caso. No se deshicieron de las imágenes repugnantes con las que estaban obsesionados ni abandonaron los ídolos de Egipto. Entonces, mientras seguían en Egipto, amenacé con derramar mi furia sobre ellos para satisfacer mi enojo;


»Si un hombre se divorcia de su esposa, y ella se casa con otro, él nunca la recibirá de nuevo, porque eso sin duda corrompería la tierra. Pero tú te has prostituido con muchos amantes, entonces, ¿por qué tratas de volver a mí? —dice el Señor—.


»Escúchame, oh familia de Jacob, tú que llevas el nombre de Israel y naciste en la familia de Judá. Escucha, tú que haces juramentos en el nombre del Señor e invocas al Dios de Israel. No cumples tus promesas,


En cambio, los israelitas se mezclaron con los paganos y adoptaron sus malas costumbres.


Reconstruyó los santuarios paganos que su padre Ezequías había destruido. Construyó altares para Baal y levantó un poste dedicado a la diosa Asera, tal como lo había hecho el rey Acab de Israel. También se inclinó ante todos los poderes de los cielos y les rindió culto.


Semejante desgracia ocurrió a los israelitas porque rindieron culto a otros dioses. Pecaron contra el Señor su Dios, quien los había sacado a salvo de Egipto y los había rescatado del poder del faraón, rey de Egipto.


Entonces, siguiendo la recomendación de sus consejeros, el rey hizo dos becerros de oro. Después dijo a la gente: «Para ustedes es muy complicado ir hasta Jerusalén a adorar. Miren, israelitas, ¡estos son los dioses que los sacaron de Egipto!».


Salomón rindió culto a Astoret, la diosa de los sidonios, y a Moloc, el detestable dios de los amonitas.


Una vez más, los israelitas hicieron lo malo a los ojos del Señor. Sirvieron a las imágenes de Baal y de Astoret, y a los dioses de Aram, de Sidón, de Moab, de Amón y de Filistea. Abandonaron al Señor y dejaron de servirle por completo.


y se unieron en matrimonio con ellos: los hijos de los israelitas se casaron con las hijas de esos pueblos, y las hijas de los israelitas fueron dadas en matrimonio a sus hijos. Y los israelitas sirvieron a los dioses de esas naciones.


Abandonaron al Señor, Dios de sus antepasados, quien los había sacado de Egipto. Siguieron y rindieron culto a otros dioses —los dioses de los pueblos vecinos— y así provocaron el enojo del Señor.


»Pero Israel pronto engordó y se volvió rebelde; ¡el pueblo aumentó de peso, se puso gordo y relleno! Entonces abandonó a Dios, quien lo había creado; se burló de la Roca de su salvación.


Usaste los hermosos regalos que te di para construir lugares de culto a ídolos, donde te prostituiste. ¡Qué increíble! ¿Cómo pudo ocurrir semejante cosa?


Cuando los gobernantes de Israel terminan de beber, salen en busca de prostitutas. Aman más la vergüenza que el honor.


Oh pueblo de Israel, no te alegres como lo hacen otras naciones. Pues has sido infiel a tu Dios, alquilándote como una prostituta y rindiendo culto a otros dioses en cada campo de trillar.


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