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Ezequiel 14:15 - Biblia Nueva Traducción Viviente

15 »O supongamos que yo les enviara animales salvajes que invadieran el país, mataran a los habitantes y dejaran la tierra desolada y demasiado peligrosa para ser transitada.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Y si hiciere pasar bestias feroces por la tierra y la asolaren, y quedare desolada de modo que no haya quien pase a causa de las fieras,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Imagínate que en ese país suelto animales feroces para que quede sin hijos y se convierta en un desierto, el que nadie podrá atravesar por miedo a esas fieras salvajes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Y si suelto bestias feroces por la tierra, y la asolan, y llega a quedar desolada de modo que no haya quien pueda pasar a causa de las fieras,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Si yo hiciera pasar por ese país bestias salvajes que lo despoblaran y quedara como un desierto, sin un solo transeúnte por causa de los animales,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Y si hiciere pasar malas bestias por la tierra, y la asolaren, y fuere desolada que no haya quien pase a causa de las bestias,

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Ezequiel 14:15
9 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Junto con el hambre, te atacarán animales salvajes y te arrebatarán a tus hijos. La enfermedad y la guerra acecharán tu tierra, y mandaré la espada del enemigo contra ti. ¡Yo, el Señor, he hablado!».


Enviaré animales salvajes que los privarán de sus hijos y destruirán su ganado. Ustedes disminuirán en número y sus caminos quedarán desiertos.


»Enviaré contra ellos cuatro clases de destructores —dice el Señor—. Enviaré la espada para matar, los perros para arrastrar, los buitres para devorar y los animales salvajes para acabar con lo que haya quedado.


pero ya que estos colonos extranjeros no adoraban al Señor cuando recién llegaron, el Señor envió leones, que mataron a algunos de ellos.


Entonces el profeta le dijo: «Como no obedeciste la voz del Señor, un león te matará apenas te separes de mí». Cuando el hombre se fue, sucedió que un león lo atacó y lo mató.


Entonces el Señor envió serpientes venenosas entre el pueblo y muchos fueron mordidos y murieron.


Lloraré por las montañas y gemiré por los pastos del desierto; pues están desolados y no tienen vida. Ya no se escucha el mugido del ganado; todas las aves y los animales salvajes han huido.


»Ahora esto dice el Señor Soberano: ¡qué terrible será cuando estos cuatro castigos espantosos caigan sobre Jerusalén —guerra, hambre, animales salvajes y enfermedades— y destruyan a todos sus habitantes y a los animales!


Estas dos calamidades te han ocurrido: la desolación y la destrucción, el hambre y la guerra. Y ¿quién ha quedado para compadecerse de ti? ¿Quién ha quedado para consolarte?


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