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Ezequiel 13:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Alzaré mi puño contra todos los profetas que tengan visiones falsas y hagan predicciones mentirosas, y serán expulsados de la comunidad de Israel. Tacharé sus nombres de los registros de Israel, y jamás volverán a pisar su propia tierra. Entonces ustedes sabrán que yo soy el Señor Soberano.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Estará mi mano contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira; no estarán en la congregación de mi pueblo, ni serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni a la tierra de Israel volverán; y sabréis que yo soy Jehová el Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Castigaré a los profetas de visiones falsas, de promesas mentirosas; ya no serán admitidos en el consejo de mi pueblo, ni serán más inscritos en la libreta de familia de Israel, ni entrarán en la tierra de Israel: así sabrán que yo soy Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Mi mano está contra los profetas que tienen visiones vanas y adivinan mentira. No estarán en la congregación de mi pueblo, ni serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni entrarán a la tierra de Israel, y sabréis que Yo soy Adonay YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Extenderé mi mano contra los profetas que ven vanidades y adivinan mentiras; no estarán en la asamblea de mi pueblo, no serán inscritos en el libro de la casa de Israel, no entrarán en el territorio de Israel; y sabréis que yo soy el Señor Yahveh.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Y será mi mano contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira; no estarán en la congregación de mi pueblo, ni serán escritos en el libro de la casa de Israel, ni a la tierra de Israel volverán; y sabréis que yo soy el Señor Jehová.

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Ezequiel 13:9
40 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Te limpiaré de todos los que se rebelen y se subleven contra mí. A ellos los sacaré de los países adonde fueron desterrados, pero nunca entrarán en la tierra de Israel. Entonces sabrás que yo soy el Señor.


Cuando el Señor escriba en el registro a las naciones, dirá: «Ahora todas son ciudadanas de Jerusalén». Interludio


Borra sus nombres del libro de la vida; no dejes que sean incluidos entre los justos.


»En ese tiempo se levantará Miguel, el arcángel que hace guardia sobre tu nación. Entonces habrá un tiempo de angustia, como no lo hubo desde que existen las naciones. Sin embargo, en ese momento, cada uno de tu pueblo que tiene el nombre escrito en el libro será rescatado.


Otro grupo regresó en esos días de las ciudades de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Addán e Imer. Sin embargo, ni ellos ni sus familias pudieron demostrar que eran descendientes de Israel.


Y todo el que no tenía su nombre registrado en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.


Vi a los muertos, tanto grandes como pequeños, de pie delante del trono de Dios. Los libros fueron abiertos, entre ellos el libro de la vida. A los muertos se les juzgó de acuerdo a las cosas que habían hecho, según lo que estaba escrito en los libros.


Y la bestia fue capturada, y junto con ella, el falso profeta que hacía grandes milagros en nombre de la bestia; milagros que engañaban a todos los que habían aceptado la marca de la bestia y adorado a su estatua. Tanto la bestia como el falso profeta fueron lanzados vivos al lago de fuego que arde con azufre.


Y adoraron a la bestia todos los que pertenecen a este mundo, aquellos cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida que pertenece al Cordero que fue sacrificado antes de la creación del mundo.


Ustedes han llegado a la congregación de los primogénitos de Dios, cuyos nombres están escritos en el cielo. Ustedes han llegado a Dios mismo, quien es el juez sobre todas las cosas. Ustedes han llegado a los espíritus de los justos, que están en el cielo y que ya han sido perfeccionados.


Y te pido a ti, mi fiel colaborador, que ayudes a esas dos mujeres, porque trabajaron mucho a mi lado para dar a conocer a otros la Buena Noticia. Trabajaron junto con Clemente y mis demás colaboradores, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.


Pero no se alegren de que los espíritus malignos los obedezcan; alégrense porque sus nombres están escritos en el cielo.


Ya no podrás quedarte aquí en la tierra del Señor. En cambio, volverás a Egipto, y en Asiria comerás alimentos ceremonialmente impuros.


Las ciudades serán destruidas y los campos quedarán hechos desiertos. Entonces ustedes sabrán que yo soy el Señor’”».


Serán masacrados hasta las fronteras de Israel. Ejecutaré juicio contra ustedes y sabrán que yo soy el Señor.


El enojo del Señor no disminuirá hasta que termine con todo lo que él tenía pensado. En los días futuros, ustedes entenderán todo esto con claridad.


Oh Señor, esperanza de Israel, serán avergonzados todos los que se alejan de ti. Serán enterrados en el polvo de la tierra, porque han abandonado al Señor, la fuente de agua viva.


Los que queden en Sion serán un pueblo santo, los que sobrevivan la destrucción de Jerusalén y estén registrados entre los vivientes.


No permitiré que los engañadores sirvan en mi casa, y los mentirosos no permanecerán en mi presencia.


Oh Dios, tú sabes lo necio que soy; de ti no puedo ocultar mis pecados.


Buscaron sus nombres en los registros genealógicos pero no los encontraron, así que no calificaron para servir como sacerdotes.


Ese grupo incluía a las familias de Delaía, Tobías y Necoda: un total de seiscientas cuarenta y dos personas.


Sin embargo, el profeta anciano le dijo: —Yo también soy profeta, como tú. Y un ángel me dio este mandato de parte del Señor: “Llévalo a tu casa para que coma y beba algo”. Pero el anciano le estaba mintiendo.


«En aquel día —dice el Señor—, el rey y los funcionarios temblarán de miedo. Los sacerdotes quedarán paralizados de terror y los profetas, horrorizados».


Derribaré su muro hasta los cimientos y cuando caiga los aplastará a ustedes. Entonces sabrán que yo soy el Señor.


Por todo eso, ustedes ya no hablarán de visiones que jamás vieron ni harán más predicciones. Pues yo rescataré a mi pueblo de sus garras. Entonces ustedes sabrán que yo soy el Señor”».


Así que en mi enojo juré: “Ellos nunca entrarán en mi lugar de descanso”».


Por lo tanto, esto dice el Señor: yo castigaré a esos profetas mentirosos, porque han hablado en mi nombre a pesar de que no los envié. Dicen que no vendrá guerra ni hambre, ¡pero ellos mismos morirán en la guerra y morirán de hambre!


Así que tropezarán en plena luz del día, y sus falsos profetas caerán con ustedes durante la noche. Y destruiré a su madre, Israel.


Esto es lo que dice el Señor: «¡Ustedes, falsos profetas, llevan a mi pueblo por mal camino! Prometen paz a quienes les dan de comer, pero le declaran la guerra a quienes se niegan a alimentarlos.


Ahora la noche caerá sobre ustedes y acabará con todas sus visiones. La oscuridad los cubrirá y pondrá fin a sus predicciones. El sol se pondrá para ustedes, profetas, y su día terminará.


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