Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Ezequiel 11:24 - Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Después el Espíritu de Dios me llevó de regreso a Babilonia, al pueblo desterrado. Así terminó la visión de mi visita a Jerusalén.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

24 Luego me levantó el Espíritu y me volvió a llevar en visión del Espíritu de Dios a la tierra de los caldeos, a los cautivos. Y se fue de mí la visión que había visto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Entonces el Espíritu me tomó y me llevó de vuelta a Caldea junto a los cautivos; todo esto se desarrolló en una visión; esto venía del Espíritu de Dios. Y luego esa visión se alejó de mí'

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

24 Y a mí me alzó el espíritu y me volvió a llevar en visión del Espíritu de Dios a la tierra de los caldeos, a los cautivos. Así ascendió de mí la visión que había visto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 El espíritu me levantó y me llevó en visión, por el espíritu de Dios, en dirección a Caldea, a los deportados, y así desapareció de mi vista la visión que había tenido.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Enseguida me levantó el Espíritu, y me llevó en visión del Espíritu de Dios a Caldea, a los de la cautividad. Y se fue de mí la visión que había visto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Ezequiel 11:24
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Luego el Espíritu me levantó y me llevó a la entrada oriental del templo del Señor, donde vi a veinticinco hombres prominentes de la ciudad. Entre ellos estaban Jaazanías, hijo de Azur, y Pelatías, hijo de Benaía, quienes eran líderes del pueblo.


Extendió algo que parecía ser una mano y me tomó del cabello. Luego el Espíritu me elevó al cielo y me transportó a Jerusalén en una visión que procedía de Dios. Me llevó a la puerta norte del atrio interior del templo, donde hay un ídolo grande que ha provocado los celos del Señor.


Luego el Espíritu me levantó y oí detrás de mí un fuerte ruido que retumbaba. (¡Alabada sea la gloria del Señor en su lugar!).


La misma visión se repitió tres veces, y repentinamente la sábana fue subida al cielo.


(El Señor le dio este mensaje al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, junto al río Quebar, en la tierra de los babilonios; y él sintió que la mano del Señor se apoderó de él).


Luego llegué a la colonia de judíos desterrados en Tel-abib, junto al río Quebar. Estaba atónito y me quedé sentado entre ellos durante siete días.


Junto a los ríos de Babilonia, nos sentamos y lloramos al pensar en Jerusalén.


—Señor —le dijeron—, usted tan solo dé la orden y cincuenta de nuestros hombres más fuertes buscarán a su amo por todo el desierto. Tal vez el Espíritu del Señor lo haya dejado en alguna montaña o en algún valle. —No —respondió Eliseo—, no los manden.


Luego Dios ascendió desde el lugar donde le había hablado a Jacob.


Cuando Dios terminó de hablar, dejó a Abraham.


Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco nunca más volvió a verlo, pero siguió su camino con mucha alegría.


Babilonia será saqueada hasta que los agresores se sacien con el botín. ¡Yo, el Señor, he hablado!


El 31 de julio de mis treinta años de vida, me encontraba con los judíos en el destierro, junto al río Quebar, en Babilonia, cuando se abrieron los cielos y tuve visiones de Dios.


El Señor puso su mano sobre mí y fui llevado por el Espíritu del Señor hasta un valle que estaba lleno de huesos.


Luego el Espíritu me levantó y me llevó al atrio interior, y la gloria del Señor llenó el templo.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម