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Éxodo 19:16 - Biblia Nueva Traducción Viviente

16 En la mañana del tercer día, retumbaron truenos y destellaron relámpagos, y una nube densa descendió sobre el monte. Se oyó un fuerte y prolongado toque de cuerno de carnero, y todo el pueblo tembló.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Al tercer día, al amanecer, hubo sobre el monte truenos, relámpagos y una espesa nube; se oía un sonido muy fuerte de cuerno. En el campamento todo el pueblo se puso a temblar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Al tercer día, siendo de mañana, aconteció que hubo truenos y relámpagos° y una nube muy espesa sobre el monte y un fuerte sonido del shofar;° y todo el pueblo que estaba en el campamento se estremeció.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Al tercer día, cuando llegó la mañana, hubo truenos y relámpagos y una espesa nube sobre el monte, y un sonido de cuerno muy fuerte. Se echó a temblar todo el pueblo que estaba en el campamento.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 Y aconteció al tercer día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de trompeta muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.

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Éxodo 19:16
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces, mientras miraba, vi una puerta abierta en el cielo, y la misma voz que había escuchado antes me habló como un toque de trompeta. La voz dijo: «Sube aquí, y te mostraré lo que tiene que suceder después de esto».


Incluso Moisés se asustó tanto de lo que vio que dijo: «Estoy temblando de miedo».


Después se abrió en el cielo el templo de Dios, y el arca de su pacto se podía ver dentro del templo. Salieron relámpagos, rugieron truenos y estruendos, y hubo un terremoto y una fuerte tormenta de granizo.


Entonces el ángel llenó el recipiente para quemar incienso con fuego del altar y lo lanzó sobre la tierra; y hubo truenos con gran estruendo, relámpagos y un gran terremoto.


Del trono salían relámpagos y estruendo de truenos. Delante del trono había siete antorchas con llamas encendidas; esto es el Espíritu de Dios de siete aspectos.


Tu trueno rugió desde el torbellino; ¡los relámpagos iluminaron el mundo! La tierra tembló y se estremeció.


»¿Quién creó un canal para los torrentes de lluvia? ¿Quién trazó el sendero del relámpago?


Cuando los israelitas oyeron los truenos y el toque fuerte del cuerno de carnero y vieron los destellos de relámpagos y el humo que salía del monte, se mantuvieron a distancia, temblando de miedo.


Luego el Señor le dijo a Moisés: «Yo me presentaré ante ti en una densa nube, para que el pueblo pueda oírme cuando hable contigo; así ellos siempre confiarán en ti». Moisés le dijo al Señor lo que el pueblo había dicho.


Así que Moisés levantó su vara al cielo, y el Señor envió truenos y granizo, y cayeron rayos hacia la tierra. El Señor descargó una terrible granizada sobre toda la tierra de Egipto.


Era el día del Señor, y yo estaba adorando en el Espíritu. De repente, oí detrás de mí una fuerte voz, como un toque de trompeta,


¿No me tienes respeto? ¿Por qué no tiemblas en mi presencia? Yo, el Señor, con la arena defino el límite del océano como frontera eterna que las aguas no pueden cruzar. Las olas pueden agitarse y rugir, pero nunca podrán pasar los límites que establecí.


Sus relámpagos destellan por el mundo; la tierra lo ve y tiembla.


Nuestro Dios se acerca, pero no en silencio. A su paso el fuego devora todo lo que encuentra, y a su alrededor se desata una gran tormenta.


Los sacerdotes no pudieron seguir con la celebración a causa de la nube, porque la gloriosa presencia del Señor llenaba el templo de Dios.


Entonces la nube cubrió el tabernáculo, y la gloria del Señor llenó el tabernáculo.


Enviará a sus ángeles con un potente toque de trompeta y reunirán a los elegidos de todas partes del mundo, desde los extremos más lejanos de la tierra y del cielo.


Asegúrate de que estén preparados para el tercer día, porque ese día el Señor descenderá sobre el monte Sinaí a la vista de todo el pueblo.


«Prepárense para el tercer día y, hasta entonces, absténganse de tener relaciones sexuales».


Moisés llevó a la multitud fuera del campamento para encontrarse con Dios, y todos se pararon al pie de la montaña.


Así que el pueblo se mantuvo a distancia, pero Moisés se acercó a la nube oscura donde estaba Dios.


Yo serví de intermediario entre tú y el Señor, porque tenías miedo del fuego y no quisiste acercarte al monte. Él me habló a mí, y yo te transmití sus palabras. Me dijo lo siguiente:


Abrió los cielos y descendió; había oscuras nubes de tormenta debajo de sus pies.


El Señor es lento para enojarse, pero su poder es grande y nunca deja sin castigo al culpable. Da muestras de su poder en el torbellino y la tormenta; las nubes ondulantes son el polvo bajo sus pies.


»Escúchame, pueblo mío, en tanto te doy severas advertencias. ¡Oh Israel, si tan solo me escucharas!


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