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Éxodo 1:21 - Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Además, como las parteras temían a Dios, él les concedió su propia familia.

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Biblia Reina Valera 1960

21 Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 y a las parteras, por haber temido a Dios, les concedió numerosa descendencia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y por haber temido las parteras a ’Elohim, Él les° concedió muchos descendientes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Por haber temido a Dios las parteras, él les concedió numerosa descendencia.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

21 Y sucedió que por haber las parteras temido a Dios, Él les hizo casas.

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Éxodo 1:21
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Si prestas atención a lo que te digo y sigues mis caminos y haces todo lo que yo considero correcto, y si obedeces mis decretos y mandatos, como lo hizo mi siervo David, entonces siempre estaré contigo. Estableceré una dinastía duradera para ti, como lo hice con David, y te entregaré Israel.


»Entonces levantaré a un sacerdote fiel, quien me servirá y hará lo que yo deseo. Estableceré para él una descendencia duradera, y ellos serán por siempre sacerdotes para mis reyes ungidos.


Confía en el Señor y haz el bien; entonces vivirás seguro en la tierra y prosperarás.


Sin embargo, aunque una persona peque cien veces y siga gozando de muchos años de vida, yo sé que les irá mejor a los que temen a Dios.


El Señor me ha confirmado y me ha puesto en el trono de David, mi padre; él ha establecido mi dinastía, tal como lo prometió. Por lo tanto, ¡tan cierto como que el Señor vive, Adonías morirá hoy mismo!


Le ruego que me perdone si lo he ofendido en alguna manera. El Señor seguramente lo recompensará con una dinastía duradera, porque usted pelea las batallas del Señor y no ha hecho mal en toda su vida.


Si el Señor no construye la casa, el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo. Si el Señor no protege la ciudad, protegerla con guardias no sirve para nada.


«Ve al asentamiento donde habitan las familias de los recabitas e invítalos al templo del Señor. Llévalos a una de las habitaciones interiores y ofréceles algo de vino».


Una casa se edifica con sabiduría y se fortalece por medio del buen juicio.


Los hijos son un regalo del Señor; son una recompensa de su parte.


Sin embargo, como las parteras temían a Dios, se negaron a obedecer las órdenes del rey, y también dejaron vivir a los varoncitos.


¡Alabado sea el Señor! ¡Qué felices son los que temen al Señor y se deleitan en obedecer sus mandatos!


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