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Ester 6:11 - Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Entonces Amán tomó el manto y se lo puso a Mardoqueo, lo hizo montar el caballo del rey, y lo paseó por la plaza de la ciudad, gritando: «¡Esto es lo que el rey hace a quien él quiere honrar!».

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Biblia Reina Valera 1960

11 Y Amán tomó el vestido y el caballo, y vistió a Mardoqueo, y lo condujo a caballo por la plaza de la ciudad, e hizo pregonar delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Amán tomó el manto y el caballo, se lo hizo poner a Mardoqueo y lo paseó a caballo por la ciudad, e iba delante de él pregonando: '¡Esto es lo que se hace con un hombre a quien el rey quiere honrar!»'

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Así Amán tuvo que tomar los atavíos y el caballo, y vestir a Mardoqueo, y hacer que cabalgara por las calles de la ciudad, proclamando delante de él: ¡Así se hace al hombre cuya honra desea el rey!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Tomó, pues, Amán el vestido y el caballo y vistió a Mardoqueo. Le hizo montar en la plaza de la ciudad y fue pregonando delante de él: 'Así se debe hacer con el hombre a quien el rey se complace en honrar'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Y Amán tomó la vestidura y el caballo, y vistió a Mardoqueo, y lo llevó a caballo por la plaza de la ciudad, e hizo pregonar delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.

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Ester 6:11
9 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

A príncipes derrocó de sus tronos y exaltó a los humildes.


Mira, a esos que pertenecen a la sinagoga de Satanás —esos mentirosos que dicen ser judíos y no lo son— los obligaré a que vengan y se postren a tus pies. Ellos reconocerán que es a ti a quien amo.


Los descendientes de los que te atormentaron vendrán a inclinarse ante ti. Los que te despreciaron te besarán los pies. Te llamarán la Ciudad del Señor, y Sion del Santo de Israel.


Además, todos los nobles de las provincias, los funcionarios de más alta posición, los gobernadores y los funcionarios reales ayudaron a los judíos por temor a Mardoqueo.


Luego Mardoqueo salió de la presencia del rey vestido con el manto real azul y blanco, con una gran corona de oro y con una capa de púrpura y lino de la más alta calidad. La gente de Susa también celebró el nuevo decreto y


Tatnai, gobernador de la provincia situada al occidente del río Éufrates, y Setar-boznai junto con sus colegas acataron enseguida el mandato del rey Darío.


—¡Perfecto! —le dijo el rey a Amán—. ¡Rápido! Lleva mi manto y mi caballo, y haz todo lo que has dicho con Mardoqueo, el judío que se sienta a la puerta del palacio. ¡No pierdas ni un detalle de lo que has sugerido!


Después Mardoqueo regresó a la puerta del palacio, mientras que Amán se apresuró a volver a su casa desalentado y totalmente humillado.


Como a los que cuidan de la higuera se les permite comer del fruto, así serán recompensados los empleados que protegen los intereses de su patrón.


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