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Ester 3:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

10 El rey estuvo de acuerdo y, para confirmar su decisión, se quitó del dedo el anillo con su sello oficial y se lo entregó a Amán, hijo de Hamedata el agagueo, el enemigo de los judíos.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Entonces el rey quitó el anillo de su mano, y lo dio a Amán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de los judíos,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 El rey se sacó el anillo con el que sellaba sus cartas y se lo pasó a Amán, hijo de Hamdata, de la raza de Agag, el enemigo de los judíos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Entonces el rey se quitó el sello de su mano y se lo dio a Amán hijo de Hamedata, el agagueo, adversario de los judíos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Entonces el rey se quitó de su dedo el anillo y se lo dio a Amán, hijo de Hamdatá, del país de Agag, el enemigo de los judíos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Entonces el rey quitó su anillo de su mano, y lo dio a Amán, hijo de Amadata agageo, enemigo de los judíos,

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Ester 3:10
7 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El rey se quitó el anillo con su sello oficial —el cual había recuperado de Amán— y se lo dio a Mardoqueo; y Ester nombró a Mardoqueo como encargado de las propiedades de Amán.


Luego el faraón se quitó de la mano el anillo con su sello oficial y lo puso en el dedo de José; lo vistió con ropas de lino de la mejor calidad y le puso un collar de oro.


Ester contestó: —Este malvado Amán es nuestro adversario y nuestro enemigo. Amán se puso pálido de miedo delante del rey y de la reina.


Ahora envíen un mensaje a los judíos en nombre del rey, que exprese lo que ustedes quieran, y séllenlo con el anillo del rey. Sin embargo, recuerden que todo lo que ya se ha escrito en nombre del rey y lo que se ha sellado con su anillo jamás puede ser revocado.


Tiempo después, el rey Jerjes ascendió a Amán, hijo de Hamedata el agagueo, lo puso por encima de todos los demás nobles y lo convirtió en el funcionario más poderoso del imperio.


Si al rey le agrada, emita un decreto para destruirlos, y yo donaré diez mil bolsas grandes de plata a los administradores del imperio para que los depositen en la tesorería del reino».


El rey dijo: «Tanto el dinero como el pueblo son tuyos para que hagas con ellos lo que mejor te parezca».


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