Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Efesios 1:14 - Biblia Nueva Traducción Viviente

14 El Espíritu es la garantía que tenemos de parte de Dios de que nos dará la herencia que nos prometió y de que nos ha comprado para que seamos su pueblo. Dios hizo todo esto para que nosotros le diéramos gloria y alabanza.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

14 que es el anticipo de nuestra herencia. Por él va liberando al pueblo que hizo suyo, para que al fin sea alabada su Gloria.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

14 que es arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión,° para alabanza de su gloria.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 el cual es arras de nuestra herencia, para la redención del pueblo que Dios adquirió para sí, para alabanza de su gloria.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Efesios 1:14
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Dios mismo nos ha preparado para esto, y como garantía nos ha dado su Espíritu Santo.


y nos identificó como suyos al poner al Espíritu Santo en nuestro corazón como un anticipo que garantiza todo lo que él nos prometió.


No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención.


y debido a que somos sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestro corazón, el cual nos impulsa a exclamar «Abba, Padre».


y los creyentes también gemimos —aunque tenemos al Espíritu Santo en nosotros como una muestra anticipada de la gloria futura— porque anhelamos que nuestro cuerpo sea liberado del pecado y el sufrimiento. Nosotros también deseamos con una esperanza ferviente que llegue el día en que Dios nos dé todos nuestros derechos como sus hijos adoptivos, incluido el nuevo cuerpo que nos prometió.


El propósito de Dios fue que nosotros, los judíos —que fuimos los primeros en confiar en Cristo—, diéramos gloria y alabanza a Dios.


»Y ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, que tiene poder para edificarlos y darles una herencia junto con todos los que él ha consagrado para sí mismo.


Los llevó a la frontera de la tierra santa, a la tierra de colinas que había conquistado para ellos.


Recuerda que somos el pueblo que elegiste hace tanto tiempo, ¡la tribu a la cual redimiste como tu posesión más preciada! Y acuérdate de Jerusalén, tu hogar aquí en la tierra.


Pero ustedes no son así porque son un pueblo elegido. Son sacerdotes del Rey, una nación santa, posesión exclusiva de Dios. Por eso pueden mostrar a otros la bondad de Dios, pues él los ha llamado a salir de la oscuridad y entrar en su luz maravillosa.


»Entonces cuídense a sí mismos y cuiden al pueblo de Dios. Alimenten y pastoreen al rebaño de Dios —su iglesia, comprada con su propia sangre— sobre quien el Espíritu Santo los ha designado líderes.


Por lo tanto, cuando todas estas cosas comiencen a suceder, pónganse de pie y levanten la mirada, ¡porque la salvación está cerca!


Dios los ha unido a ustedes con Cristo Jesús. Dios hizo que él fuera la sabiduría misma para nuestro beneficio. Cristo nos hizo justos ante Dios; nos hizo puros y santos y nos liberó del pecado.


Es más, dado que estamos unidos a Cristo, hemos recibido una herencia de parte de Dios, porque él nos eligió de antemano y hace que todas las cosas resulten de acuerdo con su plan.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម