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Deuteronomio 8:16 - Biblia Nueva Traducción Viviente

16 En el desierto, te alimentó con maná, un alimento desconocido para tus antepasados. Lo hizo para humillarte y para ponerte a prueba por tu propio bien.

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Biblia Reina Valera 1960

16 que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 y te alimentó en el desierto con el maná, que no conocían tus padres. Así que te hizo pasar necesidad y te puso a prueba, para colmarte mejor después.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 que en el desierto te sustentó con el maná, que tus padres no habían conocido, a fin de afligirte y ponerte a prueba, para poder hacerte bien en tu futuro,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 el que te dio a comer en el desierto el maná, cosa que no conocieron tus padres, humillándote y poniéndote a prueba para a la postre hacerte bien,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien;

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Deuteronomio 8:16
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Sí, te humilló permitiendo que pasaras hambre y luego alimentándote con maná, un alimento que ni tú ni tus antepasados conocían hasta ese momento. Lo hizo para enseñarte que la gente no vive solo de pan, sino que vivimos de cada palabra que sale de la boca del Señor.


Dios bendice a los que soportan con paciencia las pruebas y las tentaciones, porque después de superarlas, recibirán la corona de vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.


Los israelitas quedaron perplejos al ver eso y se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto?», porque no tenían idea de lo que era. Entonces Moisés les dijo: «Este es el pan que el Señor les da para comer.


Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo.


Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades!


Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.


Tiempo después, Dios probó la fe de Abraham. —¡Abraham! —lo llamó Dios. —Sí —respondió él—, aquí estoy.


Así que Moisés clamó al Señor por ayuda, y él le mostró un trozo de madera. Moisés echó la madera al agua, y el agua se volvió potable. Fue allí, en Mara, donde el Señor estableció el siguiente decreto como una norma para probar la fidelidad del pueblo.


Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Mira, haré llover alimento del cielo para ustedes. Cada día la gente podrá salir a recoger todo el alimento necesario para ese día. Con esto los pondré a prueba para ver si siguen o no mis instrucciones.


Los israelitas llamaron maná al alimento. Era blanco como la semilla de cilantro, y tenía un gusto parecido a obleas con miel.


Recuerda cómo el Señor tu Dios te guio por el desierto durante cuarenta años, donde te humilló y te puso a prueba para revelar tu carácter y averiguar si en verdad obedecerías sus mandatos.


no los escuches. El Señor tu Dios te está probando para ver si realmente lo amas con todo el corazón y con toda el alma.


Sin embargo, cuando llegaron embajadores de Babilonia para preguntar por los sorprendentes acontecimientos que habían ocurrido en la tierra, Dios se apartó de Ezequías para ponerlo a prueba y ver lo que realmente había en su corazón.


Tú eres bueno y haces únicamente el bien; enséñame tus decretos.


Algunos de los sabios serán víctimas de la persecución. De esa manera ellos se perfeccionarán, se limpiarán y se refinarán hasta que llegue el tiempo del fin, porque la hora señalada todavía está por venir.


—¡No tengan miedo! —les respondió Moisés—, porque Dios ha venido de esta manera para ponerlos a prueba y para que su temor hacia él les impida pecar.


Así que el Señor bendijo a Job en la segunda mitad de su vida aún más que al principio. Pues ahora tenía catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil burras.


El fuego prueba la pureza del oro y de la plata, pero el Señor prueba el corazón.


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