¿Existe algún otro dios que se haya atrevido a sacar a una nación de otra nación y hacerla suya con mano fuerte y brazo poderoso por medio de pruebas, señales asombrosas, milagros, guerras, y hechos aterradores? Eso fue precisamente lo que el Señor tu Dios hizo por ti en Egipto, frente a tus propios ojos.
Acuérdate de los tremendos horrores que el Señor tu Dios envió contra ellos. ¡Tú lo viste todo con tus propios ojos! Y recuerda las señales milagrosas y las maravillas, y la mano fuerte y el brazo poderoso con que él te sacó de Egipto. El Señor tu Dios usará ese mismo poder contra toda la gente a la que tú temes.
»Tú viste con tus propios ojos lo que el Señor te hizo en Baal-peor. Allí, el Señor tu Dios destruyó a todos los que habían rendido culto a Baal, el dios de Peor.
»En aquel tiempo, le di a Josué la siguiente orden: “Tú viste con tus propios ojos todo lo que el Señor tu Dios les hizo a esos dos reyes. Él hará lo mismo con todos los reinos situados al occidente del Jordán.
También lo hice para que ustedes pudieran contarles a sus hijos y a sus nietos acerca de cómo puse en ridículo a los egipcios, acerca de las señales que realicé en medio de ellos, y para que ustedes sepan que yo soy el Señor».