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Deuteronomio 32:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

9 »Pues el pueblo de Israel pertenece al Señor; Jacob es su posesión más preciada.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la heredad que le tocó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Pero la parte de Yavé fue su pueblo, Jacob fue su propio dominio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Porque la porción de YHVH es su pueblo, Jacob es el cordel° de su heredad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 la parte de Yahveh fue su pueblo, Jacob, la porción de su heredad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la cuerda de su heredad.

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Deuteronomio 32:9
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¡Pero el Dios de Israel no es ningún ídolo! Él es el Creador de todo lo que existe, incluido Israel, su posesión más preciada. ¡El Señor de los Ejércitos Celestiales es su nombre!


¡Pero el Dios de Israel no es ningún ídolo! Él es el Creador de todo lo que existe, incluido su pueblo, su posesión más preciada. ¡El Señor de los Ejércitos Celestiales es su nombre!


Pues cuando sacaste a nuestros antepasados de Egipto, oh Señor Soberano, le dijiste a tu siervo Moisés que habías apartado a Israel de todas las demás naciones de la tierra, para que fuera tu posesión más preciada».


porque es tu pueblo —tu posesión más preciada— que sacaste de Egipto, ese horno para fundir hierro.


Yo hice a Israel para mí mismo, y algún día me honrará delante del mundo entero.


Pues el Señor escogió a Jacob para sí, a Israel, como su tesoro especial.


Tomó a David de donde cuidaba a las ovejas y a los corderos y lo convirtió en pastor de los descendientes de Jacob: de Israel, el pueblo de Dios.


Pido que les inunde de luz el corazón, para que puedan entender la esperanza segura que él ha dado a los que llamó —es decir, su pueblo santo—, quienes son su rica y gloriosa herencia.


Entonces otros establecerán los límites de propiedad y el pueblo del Señor no tendrá voz ni voto en cómo se reparte la tierra.


Entonces Samuel tomó un frasco de aceite de oliva y lo derramó sobre la cabeza de Saúl. Besó a Saúl y dijo: «Hago esto porque el Señor te ha designado para que gobiernes a Israel, su posesión más preciada.


terror y espanto caen sobre ellos. El poder de tu brazo los deja sin vida, como una piedra, hasta que tu pueblo haya pasado, oh Señor, hasta que haya pasado el pueblo que compraste.


Entonces dijo: —Oh Señor, si de verdad cuento con tu favor, te ruego que nos acompañes en el viaje. Es cierto que el pueblo es terco y rebelde, pero te pido que perdones nuestra iniquidad y nuestros pecados. Tómanos como tu posesión más preciada.


y nos rescate de los que quieren quitarnos la herencia que Dios nos dio.


¡Salva a tu pueblo! Bendice a Israel, tu posesión más preciada. Guíalos como un pastor y llévalos en tus brazos por siempre.


Recuerda que somos el pueblo que elegiste hace tanto tiempo, ¡la tribu a la cual redimiste como tu posesión más preciada! Y acuérdate de Jerusalén, tu hogar aquí en la tierra.


Por eso, el enojo del Señor se encendió contra su pueblo, y él aborreció a su posesión más preciada.


La tierra de Judá será la preciada posesión del Señor en la tierra santa y él elegirá una vez más a Jerusalén para ser su propia ciudad.


Pero los israelitas son tu pueblo y tu posesión más preciada, los que sacaste de Egipto con tu gran fuerza y tu brazo poderoso”.


Pues el Señor nuestro Dios es el que nos rescató a nosotros y a nuestros antepasados de la esclavitud en la tierra de Egipto. Él hizo milagros poderosos ante nuestros propios ojos. Cuando andábamos por el desierto, rodeados de enemigos, él nos protegió.


Soy alguien que ama la paz y que es fiel en Israel, pero usted está por destruir una ciudad importante de Israel. ¿Por qué quiere devorar lo que le pertenece al Señor?


Qué alegría para la nación cuyo Dios es el Señor, cuyo pueblo él eligió como herencia.


Déjame tener parte en la prosperidad de tus elegidos. Permite que me alegre por el gozo de tu pueblo; concédeme alabarte con los que son tu herencia.


Pues el Señor de los Ejércitos Celestiales dirá: «Bendito sea Egipto, mi pueblo; bendita sea Asiria, la tierra que yo hice; bendito sea Israel, mi posesión más preciada».


Él ha medido y dividido la tierra, y se la ha dado en propiedad a esas criaturas. Ellas la poseerán para siempre, de generación en generación.


»Cuando los traje a una tierra fértil para que disfrutaran de sus bienes y de su abundancia, contaminaron mi tierra y corrompieron la posesión que les había prometido.


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