Deuteronomio 28:52 - Biblia Nueva Traducción Viviente

⁵² Atacarán tus ciudades hasta derribar todas las murallas fortificadas de tu territorio, esos muros en los que confiabas para protegerte. Atacarán todas las ciudades de la tierra que el Señor tu Dios te ha dado.

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Biblia Reina Valera 1960

⁵² Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que Jehová tu Dios te hubiere dado.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁵² Te asediarán en todas tus ciudades, hasta que caigan en todo tu país las murallas más altas y fortificadas en las que tú ponías tu confianza. Quedarás sitiado dentro de tus ciudades en todo el país que te da Yavé, tu Dios.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁵² Asediará en toda tu tierra todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que confiabas. Sí, te sitiará en todas tus ciudades y en toda tu tierra que YHVH tu Dios te habrá dado.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁵² Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que, en todo tu país, se derrumben las murallas más altas y mejor fortificadas, en las que tú confiabas; que te asediará en todas tus ciudades, en toda la tierra que Yahveh, tu Dios, te ha dado.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁵² Y te pondrá sitio en todas tus ciudades, hasta que tus muros altos y fortificados en que tú confías caigan en toda tu tierra; te sitiará, pues, en todas tus ciudades y en toda tu tierra, que Jehová tu Dios te hubiere dado.

Deuteronomio 28:52 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Mateo 22:7

»El rey se puso furioso, y envió a su ejército para destruir a los asesinos y quemar su ciudad.

Zacarías 14:2

Reuniré a todas las naciones para que peleen contra Jerusalén. La ciudad será tomada, las casas saqueadas y las mujeres violadas. La mitad de la población será llevada al cautiverio y al resto la dejarán entre las ruinas de la ciudad.

Zacarías 12:2

Haré que Jerusalén sea como una bebida embriagante que causa que las naciones vecinas se tambaleen cuando envíen a sus ejércitos para sitiar a Jerusalén y a Judá.

Daniel 9:26

»Después de este período de sesenta y dos conjuntos de siete, matarán al Ungido sin que parezca haber logrado nada y surgirá un gobernante cuyos ejércitos destruirán la ciudad y el templo. El fin llegará con una inundación; guerra, y la miseria que acarrea, está decretada desde ese momento hasta el fin.

Jeremías 37:8

Luego los babilonios regresarán y conquistarán esta ciudad y la quemarán hasta reducirla a cenizas”.

Jeremías 10:18

Pues esto dice el Señor: «De forma repentina echaré a todos los que viven en esta tierra. Derramaré sobre ustedes grandes dificultades, y por fin sentirán mi enojo».

Isaías 62:8

El Señor le ha jurado a Jerusalén por su propia fuerza: «Nunca más te entregaré a tus enemigos; nunca más vendrán guerreros extranjeros para llevarse tu grano y tu vino nuevo.

Isaías 1:7

Su país yace en ruinas, y sus ciudades han sido incendiadas. Los extranjeros saquean sus campos frente a sus propios ojos y destruyen todo lo que ven a su paso.

2 Reyes 18:13

En el año catorce del reinado de Ezequías, Senaquerib, rey de Asiria, atacó las ciudades fortificadas de Judá y las conquistó.

Levítico 26:25

Enviaré ejércitos en su contra que llevarán a cabo la maldición del pacto que violaron. Cuando corran a sus ciudades buscando seguridad, les enviaré una plaga para destruirlos ahí mismo, y serán entregados en manos de sus enemigos.

Deuteronomio 28:51

Sus ejércitos devorarán tus animales y tus cultivos, y tú quedarás destruido. No dejarán ninguna clase de grano, ni vino nuevo, ni aceite de oliva, ni terneros, ni corderos, y te morirás de hambre.

2 Reyes 6:29

Entonces cocinamos a mi hijo y nos lo comimos. Al día siguiente, yo le dije: “Mata a tu hijo para que nos lo comamos”, pero ella lo había escondido.

Jeremías 10:17

Haz las maletas y prepárate para salir; el sitio está por comenzar.

Lamentaciones 2:2

El Señor ha destruido sin misericordia todas las casas en Israel. En su enojo derribó las murallas protectoras de la bella Jerusalén. Las derrumbó hasta el suelo y deshonró al reino y a sus gobernantes.