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Deuteronomio 26:17 - Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Tú has declarado hoy que el Señor es tu Dios y has prometido andar en sus caminos y obedecer sus decretos, mandatos y ordenanzas, y hacer todo lo que él te diga.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Has declarado solemnemente hoy que Jehová es tu Dios, y que andarás en sus caminos, y guardarás sus estatutos, sus mandamientos y sus decretos, y que escucharás su voz.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Pues acabas de decir a Yavé que él será tu Dios y tú seguirás sus caminos, observarás sus normas, sus mandamientos y sus leyes y escucharás su voz.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Hoy has declarado solemnemente que YHVH es tu Dios, y que andarás en sus caminos, y guardarás sus estatutos, sus mandamientos y sus decretos para obedecer su voz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Hoy has obligado a Yahveh a que te diga que él será tu Dios; y tú te has obligado a seguir sus caminos, a guardar sus preceptos, sus mandatos y sus normas y a escuchar su voz.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 A Jehová has proclamado hoy para que te sea por Dios, y para andar en sus caminos, y para guardar sus estatutos y sus mandamientos y sus juicios, y para oír su voz:

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Deuteronomio 26:17
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Miren, Dios ha venido a salvarme. Confiaré en él y no tendré temor. El Señor Dios es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria».


Luego tomó el libro del pacto y lo leyó al pueblo en voz alta. Una vez más todos respondieron: «Haremos todo lo que el Señor ha ordenado. Vamos a obedecer».


Incluso hicieron más de lo que esperábamos, porque su primer paso fue entregarse ellos mismos al Señor y a nosotros, tal como Dios quería.


No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios.


Pues anoche un ángel del Dios a quien pertenezco y a quien sirvo estuvo a mi lado


Algunos dirán con orgullo: ‘Yo le pertenezco al Señor’; otros dirán: ‘Soy descendiente de Jacob’. Algunos escribirán el nombre del Señor en sus manos y tomarán para sí el nombre de Israel”».


Pero asegúrense de obedecer todos los mandatos y las instrucciones que Moisés les dio. Amen al Señor su Dios, anden en todos sus caminos, obedezcan sus mandatos, aférrense a él y sírvanlo con todo el corazón y con toda el alma».


Pues hoy te ordeno que ames al Señor tu Dios y cumplas sus mandatos, decretos y ordenanzas andando en sus caminos. Si lo haces, vivirás y te multiplicarás, y el Señor tu Dios te bendecirá a ti y también a la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer.


Recibirás esa bendición si te aseguras de obedecer los mandatos del Señor tu Dios que te entrego hoy.


»El Señor tu Dios será compasivo contigo solamente si escuchas su voz y obedeces todos sus mandatos que te entrego hoy, y haces lo que a él le agrada.


Entonces le dijeron a Moisés: —¡Háblanos tú y te escucharemos, pero que no nos hable Dios directamente, porque moriremos!


A este último grupo lo pasaré por el fuego y los haré puros. Los refinaré como se refina la plata y los purificaré como se purifica el oro. Invocarán mi nombre y yo les responderé. Les diré: “Este es mi pueblo”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”».


El rey tomó su lugar de autoridad junto a la columna y renovó el pacto en presencia del Señor. Se comprometió a obedecer al Señor cumpliendo sus mandatos, leyes y decretos con todo el corazón y con toda el alma. Prometió obedecer todas las condiciones del pacto que estaban escritas en el rollo.


El Señor es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria. Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, ¡y lo exaltaré!


y si yo regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor ciertamente será mi Dios.


Y todo el pueblo respondió a una voz: «Haremos todo lo que el Señor ha ordenado». Entonces Moisés llevó al Señor la respuesta del pueblo.


Pues así es Dios. Él es nuestro Dios por siempre y para siempre, y nos guiará hasta el día de nuestra muerte.


Por lo tanto, obedece al Señor tu Dios cumpliendo todos los mandatos y los decretos que te entrego hoy».


Hoy estás aquí para hacer un pacto con el Señor tu Dios. El Señor es quien hace ese pacto, que incluye las maldiciones.


—Ustedes son testigos de su propia decisión —les dijo Josué—. Hoy han elegido servir al Señor. —Claro que sí —respondieron—, somos testigos de lo que dijimos.


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