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Deuteronomio 2:33 - Biblia Nueva Traducción Viviente

33 Sin embargo, el Señor nuestro Dios lo entregó en nuestras manos, y lo aplastamos a él, a sus hijos y a todo su pueblo.

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Biblia Reina Valera 1960

33 Mas Jehová nuestro Dios lo entregó delante de nosotros; y lo derrotamos a él y a sus hijos, y a todo su pueblo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

33 y Yavé, nuestro Dios, nos lo entregó y lo derrotamos junto con sus hijos y toda su gente.

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La Biblia Textual 3a Edicion

33 y YHVH nuestro Dios lo entregó delante de nosotros y lo derrotamos, así como a sus hijos y a todo su pueblo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

33 Pero Yahveh, nuestro Dios, nos lo entregó, y lo derrotamos, a él, a sus hijos y a todo su ejército.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

33 Mas Jehová nuestro Dios lo entregó delante de nosotros; y lo derrotamos a él y a sus hijos y a todo su pueblo.

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Deuteronomio 2:33
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Cuando el Señor tu Dios las entregue en tus manos y las conquistes, debes destruirlas por completo. No hagas tratados con ellas ni les tengas compasión.


Y el Señor les dio descanso en todo el territorio, tal como se lo había prometido solemnemente a los antepasados de ellos. Ningún enemigo pudo hacerles frente, porque el Señor los ayudó a conquistar a todos sus enemigos.


Entonces el Señor le dijo a Gedeón: «Tienes demasiados guerreros contigo. Si dejo que todos ustedes peleen contra los madianitas, los israelitas se jactarán ante mí de que se salvaron con su propia fuerza.


Cuando los hombres de Judá atacaron, el Señor les dio la victoria sobre los cananeos y los ferezeos, y mataron a diez mil guerreros enemigos en la ciudad de Bezec.


En las ciudades que el Señor tu Dios te da como preciada posesión, destruye a todo ser viviente.


Así que los israelitas los masacraron a filo de espada y ocuparon su tierra, desde el río Arnón hasta el río Jaboc. Avanzaron solo hasta los límites de los amonitas porque su frontera estaba fortificada.


Y bendito sea Dios Altísimo, que derrotó a tus enemigos por ti». Luego Abram dio a Melquisedec una décima parte de todos los bienes que había recuperado.


Y estableceré los límites de tu territorio desde el mar Rojo hasta el mar Mediterráneo, y desde el desierto oriental hasta el río Éufrates. Entregaré en tus manos a los pueblos que ahora viven en esa tierra, y tú los expulsarás de tu paso.


»Entonces el rey Sehón nos declaró la guerra y movilizó sus fuerzas en Jahaza.


No comiste pan ni bebiste vino ni otra bebida alcohólica, pero él suplió tus necesidades para que supieras que él es el Señor tu Dios.


a Sehón, rey de los amorreos, Su fiel amor perdura para siempre.


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