Deuteronomio 11:11 - Biblia Nueva Traducción Viviente

¹¹ En cambio, la tierra que pronto tomarás para ti es una región de colinas y valles, con lluvias abundantes;

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Biblia Reina Valera 1960

¹¹ La tierra a la cual pasáis para tomarla es tierra de montes y de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo;

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹¹ sino que es tierra de montes y valles, que bebe el agua de la lluvia del cielo.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹¹ Sino que la tierra que pasáis a poseer es una tierra de montes y planicies que se abreva con las aguas de la lluvia de los cielos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹¹ La tierra en cuya posesión vais a entrar es una tierra de montes y valles, que bebe el agua de la lluvia del cielo;

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹¹ La tierra a la cual pasáis para poseerla, es tierra de collados y de vegas; que bebe el agua de la lluvia del cielo;

Deuteronomio 11:11 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Hebreos 6:7

Cuando la tierra se empapa de la lluvia que cae y produce una buena cosecha para el agricultor, recibe la bendición de Dios.

Génesis 27:28

»Del rocío de los cielos y la riqueza de la tierra, que Dios te conceda siempre abundantes cosechas de grano y vino nuevo en cantidad.

Jeremías 2:7

»Cuando los traje a una tierra fértil para que disfrutaran de sus bienes y de su abundancia, contaminaron mi tierra y corrompieron la posesión que les había prometido.

Isaías 28:1

¡Qué aflicción le espera a la orgullosa ciudad de Samaria, la corona gloriosa de los borrachos de Israel! Está asentada a la cabeza de un valle fértil, pero su belleza gloriosa se marchitará como una flor. Es el orgullo de un pueblo que el vino derribó.

Deuteronomio 11:10

Pues la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer no es como la de Egipto, de la cual saliste, donde tenías que plantar tus semillas y hacer zanjas de riego con los pies como si fuera un huerto.

Salmos 68:9

Enviaste lluvia en abundancia, oh Dios, para refrescar la tierra agotada.

Ezequiel 36:4

Por lo tanto, montes de Israel, oigan la palabra del Señor Soberano. Él habla a las colinas y a los montes; a los barrancos y a los valles; a las asoladas tierras baldías y a las ciudades abandonadas de hace tiempo, que fueron destruidas y burladas por naciones vecinas.