16 Entonces Daniel, llamado Baltasar, permaneció callado por unos momentos; estaba espantado por lo que se le venía al espíritu. El rey se dirigió a él: ''¡Baltasar, no temas decirme el significado del sueño!' Belsasar tomó la palabra y le dijo: '¡Señor, ojalá que el sueño fuera para los que te odian y su significado para tus enemigos!'
16 Entonces Daniel, llamado Baltasar, quedó un instante confuso, turbado en sus pensamientos. El rey tomó la palabra y dijo: 'Baltasar, que no te asuste el sueño ni su interpretación'. Baltasar respondió: 'Mi señor, sea el sueño para tus enemigos y su interpretación para tus adversarios.
»”Luego usted vio a un mensajero, un santo que descendía del cielo y decía: ‘Talen el árbol y destrúyanlo, pero dejen en la tierra el tocón con las raíces, sujeto con una faja de hierro y bronce, y rodeado por la hierba tierna. Que lo moje el rocío del cielo. Que viva con los animales del campo durante siete períodos de tiempo’.
pero a ella se le dieron dos alas como las de una gran águila para que pudiera volar al lugar que se había preparado para ella en el desierto. Allí sería cuidada y protegida lejos del dragón durante un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo.
Usted será expulsado de la sociedad humana y vivirá en el campo con los animales salvajes. Comerá pasto como el ganado y el rocío del cielo lo mojará. Durante siete períodos de tiempo vivirá de esta manera hasta que reconozca que el Altísimo gobierna los reinos del mundo y los entrega a cualquiera que él elija.
Endurece el corazón de este pueblo; tápales los oídos y ciérrales los ojos. De esa forma, no verán con sus ojos, ni oirán con sus oídos, ni comprenderán con su corazón para que no se vuelvan a mí en busca de sanidad.
El hombre vestido de lino —que estaba de pie sobre el río— levantó ambas manos hacia el cielo e hizo un juramento solemne por aquel que vive para siempre diciendo: —Durará por un tiempo, tiempos y medio tiempo. Cuando finalmente termine el quebrantamiento del pueblo santo, todas estas cosas habrán sucedido.
Desafiará al Altísimo y oprimirá al pueblo santo del Altísimo. Procurará cambiar las leyes de los santos y sus festivales sagrados y ellos quedarán bajo el dominio de ese rey por un tiempo, tiempos y medio tiempo.
—¿Qué me dices del joven Absalón? —preguntó el rey—. ¿Se encuentra bien? Y el etíope contestó: —¡Que todos sus enemigos, mi señor el rey, ahora y en el futuro, corran con la misma suerte de ese joven!