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Daniel 2:20 - Biblia Nueva Traducción Viviente

20 y dijo: «Alabado sea el nombre de Dios por siempre y para siempre, porque a él pertenecen toda la sabiduría y todo el poder.

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Biblia Reina Valera 1960

20 Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 le dijo: '¡Bendito sea Dios por los siglos de los siglos! a él pertenecen la sabiduría y la fuerza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Daniel pues habló y dijo: Bendito sea el nombre de ’Eloha Por los siglos de los siglos, Suya es la sabiduría y el poder.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 diciendo: 'Bendito sea el nombre de Dios de eternidad en eternidad, porque suyas son la sabiduría y la fuerza.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 Y Daniel habló, y dijo: Sea bendito el nombre de Dios desde la eternidad hasta la eternidad; porque suyos son la sabiduría y el poder.

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Daniel 2:20
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Bendito sea el nombre del Señor ahora y para siempre.


»Pero la verdadera sabiduría y el poder se encuentran en Dios; el consejo y el entendimiento le pertenecen.


Ellos cantaban en un potente coro: «Digno es el Cordero que fue sacrificado, de recibir el poder y las riquezas y la sabiduría y la fuerza y el honor y la gloria y la bendición».


Tú posees toda la sabiduría y haces grandes y maravillosos milagros. Ves la conducta de todas las personas y les das lo que se merecen.


¡Qué grande es nuestro Señor! ¡Su poder es absoluto! ¡Su comprensión supera todo entendimiento!


Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien es poderoso para evitar que caigan, y para llevarlos sin mancha y con gran alegría a su gloriosa presencia.


El sentido común y el éxito me pertenecen. La fuerza y la inteligencia son mías.


¡Pero nosotros podemos alabar al Señor ahora y para siempre! ¡Alabado sea el Señor!


«Alabado sea el Señor, quien ha dado descanso a su pueblo Israel, tal como lo prometió. No ha faltado ni una sola palabra de todas las promesas maravillosas que hizo mediante su siervo Moisés.


No permitas que cedamos ante la tentación, sino rescátanos del maligno.


Dios ha hablado con claridad, y yo lo he oído muchas veces: el poder, oh Dios, te pertenece a ti;


Pero el dar gracias es un sacrificio que verdaderamente me honra; si permanecen en mi camino, les daré a conocer la salvación de Dios».


Alaben al Señor, Dios de Israel, quien vive desde la eternidad hasta la eternidad. ¡Amén y amén!


Después de consultar con el pueblo, el rey nombró cantores que caminaran delante del ejército cantando al Señor y alabándolo por su santo esplendor. Esto es lo que cantaban: «¡Den gracias al Señor; su fiel amor perdura para siempre!».


Después, David le dijo a toda la asamblea: «¡Alaben al Señor su Dios!». Y todos en la asamblea alabaron al Señor, Dios de sus antepasados, y se inclinaron y se arrodillaron ante el Señor y ante el rey.


Y bendito sea Dios Altísimo, que derrotó a tus enemigos por ti». Luego Abram dio a Melquisedec una décima parte de todos los bienes que había recuperado.


¡Alabado sea el Señor! Sí, alábenle, oh siervos del Señor, ¡alaben el nombre del Señor!


Te crees más sabio que Daniel y piensas que ningún secreto está oculto de ti.


Luego los jefes de los levitas —Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías— llamaron al pueblo: «¡Levántense y alaben al Señor su Dios, porque él vive desde la eternidad hasta la eternidad!». Entonces oraron: «¡Que tu glorioso nombre sea alabado! ¡Que sea exaltado por sobre toda bendición y alabanza!


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