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Cantares 4:1 - Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Eres hermosa, amada mía; tan hermosa que no puedo expresarlo. Tus ojos son como palomas detrás del velo. Tu cabello cae en ondas, como un rebaño de cabras que serpentea por las laderas de Galaad.

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Biblia Reina Valera 1960

1 He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí que tú eres hermosa; Tus ojos entre tus guedejas como de paloma; Tus cabellos como manada de cabras Que se recuestan en las laderas de Galaad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 ¡Qué bella eres, amada mía, qué bella eres! Tus ojos son como palomas detrás de tu velo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Él He aquí eres hermosa, amada mía. ¡He aquí, eres hermosa! Tus ojos son palomas a través de tu velo, Tus cabellos como un rebaño de cabras Que descienden al alba del monte Galaad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 ¡Qué bella eres, amada mía, qué hermosa eres! Tus ojos son palomas, a través de tu velo. Tus cabellos, como un hato de cabras ondulando en el monte Galaad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 He aquí que tú eres hermosa, amada mía, he aquí que tú eres hermosa; tus ojos entre tus guedejas como de paloma; tus cabellos como rebaño de cabras, que se muestran desde el monte de Galaad.

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Cantares 4:1
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¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa! Tus ojos son como palomas.


Aparta de mí tus ojos, porque me dominan. Tu cabello cae en ondas, como un rebaño de cabras que serpentea por las laderas de Galaad.


Tus mejillas son como granadas de color rosado detrás de tu velo.


Oh Señor, protege a tu pueblo con tu vara de pastor; guía a tu rebaño, tu posesión más preciada. Aunque viva solo en un matorral en lo alto del monte Carmelo, que se alimente en los fértiles pastos de Basán y Galaad como lo hacía en tiempos pasados.


Tu cabeza es tan majestuosa como el monte Carmelo, y el brillo de tus cabellos irradia realeza. El rey quedó cautivado con tus rizos.


Mi paloma se esconde detrás de las rocas, detrás de un peñasco en el precipicio. Déjame ver tu cara; déjame oír tu voz. Pues tu voz es agradable, y tu cara es hermosa.


Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.


Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma.


Tu fama pronto se extendió por todo el mundo a causa de tu belleza. Te vestí de mi esplendor y perfeccioné tu belleza, dice el Señor Soberano.


Mi amante me dijo: «¡Levántate, amada mía! ¡Ven conmigo, mi bella mujer!


Pues tu esposo, el rey, se deleita en tu belleza; hónralo, porque él es tu señor.


Moisés dio Galaad a los maquiritas, descendientes de Manasés, y ahí se establecieron.


Las tribus de Rubén y Gad poseían una enorme cantidad de animales. Así que cuando vieron que las tierras de Jazer y Galaad eran ideales para sus rebaños y manadas,


Ahora bien, esto dice el Señor con respecto al palacio real de Judá: «Te amo tanto como a la fructífera Galaad y como a los verdes bosques del Líbano. Pero te convertiré en un desierto y nadie vivirá dentro de tus muros.


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