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Apocalipsis 3:17 - Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Tú dices: “Soy rico, tengo todo lo que quiero, ¡no necesito nada!”. Y no te das cuenta de que eres un infeliz y un miserable; eres pobre, ciego y estás desnudo.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Tú piensas: 'Soy rico, tengo de todo, nada me falta'. Y no te das cuenta de que eres un infeliz, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Porque dices: ¡Soy rico, me he enriquecido y no tengo necesidad de nada! Y no sabes que eres un desventurado y un miserable, pobre, ciego y desnudo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Porque dices: soy rico. Me he enriquecido y de nada tengo necesidad. Y no adviertes que eres tú el desdichado y miserable y pobre y ciego y desnudo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de nada; y no sabes que tú eres un desventurado, y miserable, y pobre, y ciego, y desnudo.

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Apocalipsis 3:17
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Hay quienes son pobres y se hacen pasar por ricos; hay otros que, siendo ricos, se hacen pasar por pobres.


Israel se jacta: «¡Yo soy rico! ¡Sin ayuda de nadie hice una fortuna! ¡Nadie me ha descubierto haciendo trampas! ¡Mi historial es impecable!».


»Yo sé de tu sufrimiento y tu pobreza, ¡pero tú eres rico! Conozco la blasfemia de los que se te oponen. Dicen ser judíos pero no lo son, porque su sinagoga le pertenece a Satanás.


¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte?


Al hambriento llenó de cosas buenas y a los ricos despidió con las manos vacías.


Cuando Jesús los oyó, les dijo: «La gente sana no necesita médico, los enfermos sí».


«Miren, ¡yo vendré como un ladrón, cuando nadie lo espere! Benditos son todos los que me esperan y tienen su ropa lista para no tener que andar desnudos y avergonzados».


Basado en el privilegio y la autoridad que Dios me ha dado, le advierto a cada uno de ustedes lo siguiente: ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado.


En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.


pero los que no llegan a desarrollarse de esta forma son cortos de vista o ciegos y olvidan que fueron limpiados de sus pecados pasados.


«Dios bendice a los que son pobres en espíritu y se dan cuenta de la necesidad que tienen de él, porque el reino del cielo les pertenece.


»Qué aflicción les espera a ustedes, los que son ricos, porque su única felicidad es aquí y ahora.


Los compradores matan a las ovejas sin remordimiento. Los vendedores dicen: “¡Gloria al Señor! ¡Ahora soy rico!”. Ni siquiera los pastores tienen compasión de las ovejas.


Después, el Señor envió una terrible plaga sobre ellos porque habían rendido culto al becerro que hizo Aarón.


Mis amados hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se vuelvan orgullosos de ustedes mismos. Parte del pueblo de Israel tiene el corazón endurecido, pero eso solo durará hasta que se complete el número de gentiles que aceptarán a Cristo.


Es cierto, pero recuerda: esas ramas fueron arrancadas porque no creyeron en Cristo, y tú estás allí porque sí crees. Así que no te consideres tan importante, más bien teme lo que podría suceder.


»¡Oh pueblo mío, presta atención a las palabras del Señor! ¿Acaso he sido como un desierto para Israel? ¿Acaso le he sido una tierra de tinieblas? Entonces díganme por qué mi pueblo declara: “¡Por fin nos hemos librado de Dios! ¡No lo necesitamos más!”.


¿Quién es tan ciego como mi propio pueblo, mi siervo? ¿Quién es tan sordo como mi mensajero? ¿Quién es tan ciego como mi pueblo elegido, el siervo del Señor?


Pues si me hago rico, podría negarte y decir: «¿Quién es el Señor?». Y si soy demasiado pobre, podría robar y así ofender el santo nombre de Dios.


pero ya que eres tibio, ni frío ni caliente, ¡te escupiré de mi boca!


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