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Apocalipsis 22:15 - Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Fuera de la ciudad están los perros: los que practican la brujería, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los que rinden culto a ídolos, y todos los que se deleitan en vivir una mentira.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Fuera los perros, los hechiceros, los impuros, los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 ¡Fuera los perros,° y los hechiceros, y los fornicarios, y los homicidas, y los idólatras, y todo el que ama y practica la mentira!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Fuera quedarán los perros, los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras y todo el que ama y practica la mentira'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Mas los perros estarán afuera, y los hechiceros, y los disolutos, y los homicidas, y los idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira.

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Apocalipsis 22:15
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

»Pero los cobardes, los incrédulos, los corruptos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que rinden culto a ídolos y todos los mentirosos, tendrán su destino en el lago de fuego que arde con azufre. Esta es la segunda muerte».


Cuídense de esos «perros», de esa gente que hace lo malo, esos mutiladores que les dicen que deben circuncidarse para ser salvos.


No se permitirá la entrada a ninguna cosa mala ni tampoco a nadie que practique la idolatría y el engaño. Solo podrán entrar los que tengan su nombre escrito en el libro de la vida del Cordero.


A causa de esos pecados, viene la furia de Dios.


Nunca más brillará en ti la luz de una lámpara ni se oirán las felices voces de los novios y las novias. Pues tus comerciantes eran los grandes del mundo, y tú engañaste a las naciones con tus hechicerías.


»En ese día, yo los pondré a juicio. Estoy ansioso por dar testimonio contra todos los hechiceros, los adúlteros y los mentirosos. Declararé en contra de los que estafan a sus empleados con sus sueldos, de los que oprimen a viudas y huérfanos o privan de justicia a los extranjeros que viven entre ustedes, porque gente que hace estas cosas no me teme», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.


Lo escuchaban con atención porque, por mucho tiempo, él los había maravillado con su magia.


los profetas dan profecías falsas, y los sacerdotes gobiernan con mano de hierro. Peor todavía, ¡a mi pueblo le encanta que sea así! Ahora bien, ¿qué harán ustedes cuando todo esto llegue a su fin?


«¡Pero ustedes, vengan acá, hijos de brujas, descendientes de adúlteros y de prostitutas!


Pero muchos israelitas —para quienes se preparó el reino— serán arrojados a la oscuridad de afuera, donde habrá llanto y rechinar de dientes».


»¡Usa ahora tus encantamientos! Usa los conjuros que estuviste perfeccionando todos estos años. Tal vez te hagan algún bien; tal vez puedan hacer que alguien te tenga miedo.


Pues ambas cosas caerán sobre ti en un instante: la viudez y la pérdida de tus hijos. Así es, esas calamidades caerán sobre ti, a pesar de tu brujería y de tu magia.


El rey de Israel contestó a Josafat: —Hay un hombre más que podría consultar al Señor por nosotros, pero lo detesto. ¡Nunca me profetiza nada bueno, solo desgracias! Se llama Micaías, hijo de Imla. —¡Un rey no debería hablar de esa manera! —respondió Josafat—. Escuchemos lo que tenga que decir.


¿Quién de ustedes puede, con toda sinceridad, acusarme de pecado? Y si les digo la verdad, ¿por qué, entonces, no me creen?


Para cumplir con un juramento, no lleves a la casa del Señor tu Dios ninguna ofrenda que provenga de la ganancia de un hombre o de una mujer que se haya prostituido, pues ambos son detestables al Señor tu Dios.


Su casa es el camino a la tumba. Su alcoba es la guarida de la muerte.


El Señor detesta los labios mentirosos, pero se deleita en los que dicen la verdad.


»No desperdicien lo que es santo en gente que no es santa. ¡No arrojen sus perlas a los cerdos! Pisotearán las perlas y luego se darán vuelta y los atacarán.


La ley es para los que cometen inmoralidades sexuales o los que practican la homosexualidad o los traficantes de esclavos, los mentirosos, los que no cumplen sus promesas o los que hacen cualquier otra cosa que contradiga la sana enseñanza


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