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Apocalipsis 20:15 - Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Y todo el que no tenía su nombre registrado en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Y todo el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Y el que no fue hallado inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago del fuego.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Y cuantos no se hallaron inscritos en el libro de la vida fueron precipitados en el lago de fuego.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida fue lanzado en el lago de fuego.

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Apocalipsis 20:15
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los que no obedecen al Hijo nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios.


¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos.


Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.


y arrojarán a los malos en el horno ardiente, donde habrá llanto y rechinar de dientes.


»Luego el Rey se dirigirá a los de la izquierda y dirá: “¡Fuera de aquí, ustedes, los malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus demonios !


Vi a los muertos, tanto grandes como pequeños, de pie delante del trono de Dios. Los libros fueron abiertos, entre ellos el libro de la vida. A los muertos se les juzgó de acuerdo a las cosas que habían hecho, según lo que estaba escrito en los libros.


Y la bestia fue capturada, y junto con ella, el falso profeta que hacía grandes milagros en nombre de la bestia; milagros que engañaban a todos los que habían aceptado la marca de la bestia y adorado a su estatua. Tanto la bestia como el falso profeta fueron lanzados vivos al lago de fuego que arde con azufre.


Tengan cuidado de no negarse a escuchar a Aquel que habla. Pues, si el pueblo de Israel no escapó cuando se negó a escuchar a Moisés, el mensajero terrenal, ¡ciertamente nosotros tampoco escaparemos si rechazamos a Aquel que nos habla desde el cielo!


Entonces, ¿qué nos hace pensar que podemos escapar si descuidamos esta salvación tan grande, que primeramente fue anunciada por el mismo Señor Jesús y luego nos fue transmitida por quienes lo oyeron hablar?


El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que se niegue a creer, será condenado.


Y los ángeles los arrojarán al horno ardiente, donde habrá llanto y rechinar de dientes.


Borra sus nombres del libro de la vida; no dejes que sean incluidos entre los justos.


Pero no se alegren de que los espíritus malignos los obedezcan; alégrense porque sus nombres están escritos en el cielo.


Todos los que salgan vencedores serán vestidos de blanco. Nunca borraré sus nombres del libro de la vida, sino que anunciaré delante de mi Padre y de sus ángeles que ellos me pertenecen.


Después el diablo, que los había engañado, fue lanzado al lago de fuego que arde con azufre, donde ya estaban la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por siempre jamás.


Entonces la muerte y la tumba fueron lanzadas al lago de fuego. Este lago de fuego es la segunda muerte.


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