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Apocalipsis 20:12 - Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Vi a los muertos, tanto grandes como pequeños, de pie delante del trono de Dios. Los libros fueron abiertos, entre ellos el libro de la vida. A los muertos se les juzgó de acuerdo a las cosas que habían hecho, según lo que estaba escrito en los libros.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante el trono, mientras eran abiertos unos libros. Luego fue abierto otro, el libro de la vida. Entonces fueron juzgados los muertos de acuerdo con lo que está escrito en esos libros, es decir, cada uno según sus obras.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, en pie delante del trono, y unos rollos fueron abiertos, y también fue abierto otro rollo, el cual es de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que habían sido escritas en los rollos, según sus obras.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y se abrieron los libros. Se abrió otro libro, que es el de la vida. Se juzgó a los muertos de acuerdo con lo que estaba escrito en los libros, según sus obras.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

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Apocalipsis 20:12
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pues todos tendremos que estar delante de Cristo para ser juzgados. Cada uno de nosotros recibirá lo que merezca por lo bueno o lo malo que haya hecho mientras estaba en este cuerpo terrenal.


Pues el Hijo del Hombre vendrá con sus ángeles en la gloria de su Padre y juzgará a cada persona de acuerdo con sus acciones.


y un río de fuego brotaba de su presencia. Millones de ángeles le atendían; muchos millones se pusieron de pie para servirle. Entonces comenzó la sesión del tribunal y se abrieron los libros.


Dios nos juzgará por cada cosa que hagamos, incluso lo que hayamos hecho en secreto, sea bueno o sea malo.


«Miren, yo vengo pronto, y traigo la recompensa conmigo para pagarle a cada uno según lo que haya hecho.


Heriré de muerte a sus hijos. Entonces todas las iglesias sabrán que yo soy el que examina los pensamientos y las intenciones de cada persona. Y le daré a cada uno de ustedes lo que se merezca.


Las naciones se llenaron de ira, pero ahora el tiempo de tu ira ha llegado. Es tiempo de juzgar a los muertos y de recompensar a tus siervos, los profetas, y también a tu pueblo santo y a todos los que temen tu nombre, desde el menos importante hasta el más importante. Es tiempo de destruir a todos los que han causado destrucción en la tierra».


Pero yo, el Señor, investigo todos los corazones y examino las intenciones secretas. A todos les doy la debida recompensa, según lo merecen sus acciones».


Todos los que salgan vencedores serán vestidos de blanco. Nunca borraré sus nombres del libro de la vida, sino que anunciaré delante de mi Padre y de sus ángeles que ellos me pertenecen.


El mar entregó sus muertos, y la muerte y la tumba también entregaron sus muertos; y todos fueron juzgados según lo que habían hecho.


No se permitirá la entrada a ninguna cosa mala ni tampoco a nadie que practique la idolatría y el engaño. Solo podrán entrar los que tengan su nombre escrito en el libro de la vida del Cordero.


Tengo la misma esperanza en Dios que la que tienen estos hombres, la esperanza de que él resucitará tanto a los justos como a los injustos.


el amor inagotable, oh Señor, es tuyo. Ciertamente tú pagas a todos de acuerdo a lo que hayan hecho.


¡Dales el castigo que tanto merecen! Mídelo en proporción a su maldad. ¡Págales conforme a todas sus malas acciones! Hazles probar en carne propia lo que ellos les han hecho a otros.


Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. La tierra y el cielo huyeron de su presencia, pero no encontraron ningún lugar donde esconderse.


Y del trono salió una voz que dijo: «Alaben a nuestro Dios todos sus siervos y todos los que le temen, desde el más insignificante hasta el más importante».


Y te pido a ti, mi fiel colaborador, que ayudes a esas dos mujeres, porque trabajaron mucho a mi lado para dar a conocer a otros la Buena Noticia. Trabajaron junto con Clemente y mis demás colaboradores, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.


Pero no se alegren de que los espíritus malignos los obedezcan; alégrense porque sus nombres están escritos en el cielo.


No te excuses diciendo: «Ay, no lo sabíamos». Pues Dios conoce cada corazón y él te ve. El que cuida tu alma sabe bien que tú sabías. Él pagará a cada uno según merecen sus acciones.


Y adoraron a la bestia todos los que pertenecen a este mundo, aquellos cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida que pertenece al Cordero que fue sacrificado antes de la creación del mundo.


Él juzgará a cada uno según lo que haya hecho.


Tú posees toda la sabiduría y haces grandes y maravillosos milagros. Ves la conducta de todas las personas y les das lo que se merecen.


La bestia que viste, antes vivía pero ya no. Sin embargo, pronto subirá del abismo sin fondo e irá a la destrucción eterna. Los que pertenecen a este mundo, cuyos nombres no fueron escritos en el libro de la vida antes de la creación del mundo, se asombrarán al ver la reaparición de esta bestia, que había muerto.


Así que no juzguen a nadie antes de tiempo, es decir, antes de que el Señor vuelva. Pues él sacará a la luz nuestros secretos más oscuros y revelará nuestras intenciones más íntimas. Entonces Dios le dará a cada uno el reconocimiento que le corresponda.


No digas: «¡Ahora me voy a vengar de lo que me hicieron! ¡Me desquitaré con ellos!».


Borra sus nombres del libro de la vida; no dejes que sean incluidos entre los justos.


Les digo que, el día del juicio, a Tiro y a Sidón les irá mejor que a ustedes.


Y todo el que no tenía su nombre registrado en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.


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