Amós 6:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ (Si quedan diez hombres en una casa, todos morirán.

កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

⁹ Y acontecerá que si diez hombres quedaren en una casa, morirán.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ Y si solamente queda una casa, con diez hombres adentro, también ellos morirán.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ Y si quedan diez hombres en una casa, ellos también morirán;

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Si quedan diez hombres en una misma casa todos ellos morirán.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁹ Y acontecerá que si diez hombres quedaren en una casa, morirán.

Amós 6:9 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Amós 5:3

El Señor Soberano dice: «Cuando una ciudad mande a mil hombres a la guerra, solo volverán cien. Cuando un pueblo envíe a cien, solo diez regresarán vivos».

Isaías 14:21

¡Maten a los hijos de este hombre! ¡Que mueran por los pecados de su padre! Que no se levanten para conquistar la tierra, y llenar el mundo con sus ciudades».

Salmos 109:13

Que toda su descendencia muera; que el nombre de su familia quede borrado en la próxima generación.

Job 20:28

La inundación arrasará con su casa; el enojo de Dios descenderá en torrentes sobre ellos.

Job 1:19

de pronto, un fuerte viento del desierto llegó y azotó la casa por los cuatro costados. La casa se vino abajo y todos ellos murieron; yo soy el único que escapó para contárselo».

Job 1:2

Tenía siete hijos y tres hijas.

Ester 9:10

los diez hijos de Amán, hijo de Hamedata, el enemigo de los judíos; pero no se quedaron con ninguna de sus pertenencias.

Ester 5:11

y se jactó ante ellos de su gran riqueza y sus muchos hijos. Hizo alarde de los honores que el rey le había dado y de la forma en que lo había ascendido por encima de todos los otros nobles y funcionarios.

1 Samuel 2:33

Los pocos que no sean excluidos de servir en mi altar sobrevivirán, pero solamente para que sus ojos queden ciegos y se les rompa el corazón, y sus hijos morirán de muerte violenta.

Jeremías 9:21

Pues la muerte se ha deslizado a través de nuestras ventanas y ha entrado a nuestras mansiones. Ha acabado con la flor de nuestra juventud: los niños ya no juegan en las calles, y los jóvenes ya no se reúnen en las plazas.