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Amós 5:5 - Biblia Nueva Traducción Viviente

5 No adoren en los altares paganos en Betel; no vayan a los altares en Gilgal ni en Beerseba. Pues el pueblo de Gilgal será arrastrado al destierro y el pueblo de Betel será reducido a nada».

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Biblia Reina Valera 1960

5 y no busquéis a Bet-el, ni entréis en Gilgal, ni paséis a Beerseba; porque Gilgal será llevada en cautiverio, y Bet-el será deshecha.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 pero no me busquen en Betel ni vayan a Guilgal, ni pasen a Bersebá; porque Guilgal será enviada al destierro, Betel será reducida a la nada.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 ° No busquéis en Bet-’El, No entréis a Gilgal, Ni paséis a Beerseba, Que Gilgal será llevada cautiva, y Bet-’El reducida a la nada.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Pero no busquéis a Betel, ni vayáis a Guilgal, ni paséis a Berseba, porque Guilgal será deportada y Betel reducida a la nada.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 y no busquéis a Betel ni entréis en Gilgal, ni paséis a Beerseba; porque ciertamente Gilgal será llevada en cautiverio, y Betel será deshecha.

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Amós 5:5
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

»A pesar de que tú, Israel, eres una prostituta, que Judá no sea culpable de tales cosas. No te unas a la falsa adoración en Gilgal o Bet-avén, ni jures allí en el nombre del Señor.


Y los que juran por los vergonzosos ídolos de Samaria, los que hacen juramentos en nombre del dios de Dan y votos en nombre del dios de Beerseba, todos caerán y nunca más se levantarán».


«Adelante, ofrezcan sacrificios a los ídolos en Betel; continúen desobedeciendo en Gilgal. Ofrezcan sacrificios cada mañana y lleven sus diezmos cada tercer día.


Luego Abraham plantó un tamarisco en Beerseba, y allí adoró al Señor, Dios Eterno.


¡En un solo instante, toda la riqueza de la ciudad se esfumó!». Y todos los capitanes de los barcos mercantes y los pasajeros, los marineros y las tripulaciones se mantendrán a distancia.


Sin embargo, cuando estoy con creyentes maduros, sí hablo con palabras de sabiduría, pero no la clase de sabiduría que pertenece a este mundo o a los gobernantes de este mundo, quienes pronto son olvidados.


Dios escogió lo despreciado por el mundo —lo que se considera como nada— y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante.


Pero esto es lo que dice el Señor: ‘Tu esposa se convertirá en prostituta en esta ciudad, y a tus hijos y a tus hijas los matarán. Tu tierra será repartida y tú morirás en tierra extranjera. Con toda seguridad el pueblo de Israel irá cautivo al destierro, lejos de su patria’”.


Pero la gente de Galaad no vale nada debido a su idolatría. Y en Gilgal también sacrifican toros; sus altares están en filas como montones de piedra a lo largo de los bordes de un campo arado.


Y los santuarios paganos de Avén, donde Israel pecaba, se derrumbarán. Alrededor de sus altares crecerán espinos y cardos. Suplicarán a los montes: «¡Entiérrennos!», y rogarán a las colinas: «¡Caigan sobre nosotros!».


Dice el Señor: «Toda su perversidad empezó en Gilgal; allí comencé a odiarlos. A causa de sus malas acciones, los sacaré de mi tierra. Ya no los amaré porque todos sus líderes son rebeldes.


Los burlones ya no existirán, los arrogantes desaparecerán, y los que traman el mal serán muertos.


Convoquen a sus asambleas de guerra, pero no les servirán de nada; desarrollen sus estrategias, pero no tendrán éxito, ¡porque Dios está con nosotros!».


El Señor frustra los planes de las naciones y hace fracasar todas sus intrigas.


Los que te odian se vestirán de vergüenza, y el hogar de los malvados será destruido».


Luego Samuel dijo a la gente: —¡Vengan, vamos todos a Gilgal para renovar el reino!


Cada año hacía un recorrido y establecía su tribunal, primero en Betel, luego en Gilgal y después en Mizpa. Juzgaba al pueblo de Israel en cada uno de estos lugares.


Tendrás hijos e hijas pero los perderás, porque los tomarán prisioneros y los llevarán al cautiverio.


Luego Abraham puso por nombre a ese lugar Beerseba (que significa «pozo del juramento»), porque fue allí donde ambos hicieron el juramento.


Joel y Abías, sus hijos mayores, establecieron su corte en Beerseba.


Entonces, siguiendo la recomendación de sus consejeros, el rey hizo dos becerros de oro. Después dijo a la gente: «Para ustedes es muy complicado ir hasta Jerusalén a adorar. Miren, israelitas, ¡estos son los dioses que los sacaron de Egipto!».


Jeroboam colocó uno de los ídolos con forma de becerro en Betel y al otro lo puso en Dan, es decir, en ambos extremos de su reino.


»El mismo día que yo castigue a Israel por sus pecados, destruiré los altares paganos en Betel. Los cuernos del altar serán cortados y caerán al suelo.


Luego Amasías, el sacerdote de Betel, mandó un mensaje a Jeroboam, rey de Israel: «¡Amós está tramando una conspiración contra usted, aquí mismo en el umbral de su casa! Lo que él dice es intolerable.


No nos molestes con tus profecías aquí en Betel. ¡Este es el santuario del rey y el lugar nacional de culto!


Por eso Isaac llamó al pozo Seba (que significa «juramento»). Hasta el día de hoy, la ciudad que surgió allí se llama Beerseba (que significa «pozo del juramento»).


Luego el Señor le dijo a Josué: «Hoy he hecho que la vergüenza de su esclavitud en Egipto salga rodando como una piedra». Por eso, ese lugar se llama Gilgal hasta el día de hoy.


Josías trasladó a Jerusalén a todos los sacerdotes que vivían en otras ciudades de Judá. También profanó los santuarios paganos donde habían ofrecido sacrificios, desde Geba hasta Beerseba. Destruyó los santuarios que estaban a la entrada de la puerta de Josué, gobernador de Jerusalén. Esta puerta estaba situada a la izquierda de la puerta principal de la entrada a la ciudad.


Por fin Moab se avergonzará de su ídolo Quemos, como el pueblo de Israel se avergonzó de su becerro de oro en Betel.


Derribaré las puertas de Damasco y masacraré a los habitantes en el valle de Avén. Destruiré al gobernante de Bet-edén, y los habitantes de Aram serán llevados cautivos a Kir», dice el Señor.


Los altares paganos de sus antepasados quedarán en ruinas y los santuarios de Israel serán destruidos; acabaré de forma repentina con la dinastía del rey Jeroboam.


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