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Abdías 1:17 - Biblia Nueva Traducción Viviente

17 »Sin embargo, Jerusalén será un refugio para los que escapen; será un lugar santo. Y el pueblo de Israel regresará para reclamar su herencia.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Mas en el monte de Sion habrá un remanente que se salve; y será santo, y la casa de Jacob recuperará sus posesiones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Pero en el monte de Sión habrá supervivientes, que será un lugar santo, y el pueblo de Jacob recobrará su heredad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Pero en el monte de Sión quedará un remanente, Y será lugar santo, Y la casa de Jacob recobrará sus posesiones.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Pero en el monte Sión quedará un resto, que será santo. La casa de Jacob expoliará a sus expoliadores.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Mas en el monte de Sión habrá liberación, y habrá santidad, y la casa de Jacob, poseerá sus posesiones.

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Abdías 1:17
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No se permitirá la entrada a ninguna cosa mala ni tampoco a nadie que practique la idolatría y el engaño. Solo podrán entrar los que tengan su nombre escrito en el libro de la vida del Cordero.


»Yo, el Señor Soberano, estoy vigilando a esta nación pecaminosa de Israel y la destruiré de la faz de la tierra. Sin embargo, nunca destruiré por completo a la familia de Israel —dice el Señor—.


Pero todo el que invoque el nombre del Señor será salvo; pues algunos que están en el monte Sion en Jerusalén escaparán, tal como el Señor lo ha dicho. Estos se contarán entre los sobrevivientes a quienes el Señor ha llamado.


«Entonces ustedes sabrán que yo, el Señor su Dios, habito en Sion, mi monte santo. Jerusalén será santa para siempre, y los ejércitos extranjeros nunca más volverán a conquistarla.


Todo tu pueblo será justo; poseerá para siempre su tierra, pues yo lo plantaré allí con mis propias manos con el fin de darme gloria a mí mismo.


No temas, mi siervo Jacob, porque yo estoy contigo —dice el Señor—. Destruiré por completo a las naciones donde te envié al destierro, pero no te destruiré a ti por completo. Te disciplinaré, pero con justicia; no puedo dejarte sin castigo».


Pues estoy listo para rectificar todo, no en un futuro lejano, ¡sino ahora mismo! Estoy listo para salvar a Jerusalén y mostrarle mi gloria a Israel.


Sion será restaurada por medio de la justicia; los que se arrepientan serán revividos por la rectitud.


»Ahora dice el Señor: regresaré al monte Sion y viviré en Jerusalén. Entonces Jerusalén se llamará la Ciudad Fiel; el monte del Señor de los Ejércitos Celestiales se llamará Monte Santo.


Solo un pequeño número escapará de morir y regresará a Judá desde Egipto. ¡Entonces todos los que vinieron a Egipto sabrán cuáles palabras son verdad: las mías o las de ellos!


Del remanente que huyó a Egipto, con la esperanza de regresar algún día a Judá, no quedarán sobrevivientes. A pesar de que anhelan volver a su tierra solo un puñado lo hará».


Los sobrevivientes que escapen hacia las montañas gemirán como palomas, sollozando por sus pecados.


Pues Dios salvará a Jerusalén y reconstruirá las ciudades de Judá. Su pueblo vivirá allí y se establecerá en su propia tierra.


Pero en aquel día, el retoño del Señor será hermoso y glorioso. El fruto de la tierra será el orgullo y la gloria de todos los sobrevivientes de Israel.


Pues estoy plantando semillas de paz y prosperidad entre ustedes. Las vides estarán cargadas de fruta, la tierra producirá sus cosechas y los cielos soltarán el rocío. Una vez más yo haré que el remanente de Judá y de Israel herede estas bendiciones.


Conservaré un remanente del pueblo de Israel y de Judá, para que posea mi tierra. Aquellos a quienes yo escoja la heredarán y mis siervos vivirán allí.


Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: «Cuando los traiga de regreso del cautiverio, el pueblo de Judá y sus ciudades volverán a decir: “¡El Señor te bendiga, oh casa de rectitud, oh monte santo!”.


Haré que mi pueblo vuelva a transitarlos y ustedes formarán parte de su territorio. Nunca más privarán ustedes a mi pueblo de sus hijos.


pero al final, el reino será entregado al pueblo santo del Altísimo y los santos gobernarán por siempre y para siempre».


Tomaron mi plata y mi oro y todos mis tesoros preciados y los llevaron a sus templos paganos.


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