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2 Samuel 9:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Tú, tus hijos y tus siervos cultivarán la tierra para él, para que produzca alimento para la casa de tu amo. Pero Mefiboset, el nieto de tu amo, comerá aquí, a mi mesa. (Siba tenía quince hijos y veinte siervos).

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Biblia Reina Valera 1960

10 Tú, pues, le labrarás las tierras, tú con tus hijos y tus siervos, y almacenarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero Mefi-boset el hijo de tu señor comerá siempre a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Tú, junto con tus hijos y tus esclavos, trabajarás la tierra para él, harás las cosechas y así asegurarás para la familia de tu patrón el alimento que necesita. Pero Meribaal, el hijo de tu patrón, comerá todos los días a mi mesa'. Siba tenía quince hijos y veinte esclavos,

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Tú, tus hijos y tus siervos le cultivaréis las tierras y le entregaréis para que el hijo de tu amo tenga pan para comer, aunque Mefi-boset, el hijo de tu amo, comerá siempre pan en mi mesa. Y Siba tenía quince hijos y veinte siervos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Y tú, tus hijos y tus siervos cultivaréis sus tierras y le traerás la cosecha para que la casa de tu amo tenga de qué alimentarse; pero Meribaal, el hijo de tu amo, comerá siempre a mi mesa'. Tenía Sibá quince hijos y veinte siervos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Tú, pues, le labrarás las tierras, tú con tus hijos y tus siervos, y tú almacenarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para comer, y Mefiboset el hijo de tu señor comerá siempre pan a mi mesa. Y Siba tenía quince hijos y veinte siervos.

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2 Samuel 9:10
10 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

—¡No tengas miedo! —le dijo David—, mi intención es mostrarte mi bondad por lo que le prometí a tu padre, Jonatán. Te daré todas las propiedades que pertenecían a tu abuelo Saúl, y comerás aquí conmigo, a la mesa del rey.


Todos mis parientes y yo solo podíamos esperar la muerte de su parte, mi señor, ¡pero en cambio me honró al permitirme comer a su propia mesa! ¿Qué más puedo pedir?


Al oír esto, un hombre que estaba sentado a la mesa con Jesús exclamó: «¡Qué bendición será participar de un banquete en el reino de Dios!».


Le proporcionó a Joaquín ropa nueva para reemplazar la ropa de prisionero y le permitió comer en presencia del rey por el resto de su vida.


—¿Y dónde está Mefiboset, el nieto de Saúl? —le preguntó el rey. —Se quedó en Jerusalén —contestó Siba—. Dijo: “Hoy recobraré el reino de mi abuelo Saúl”.


Debido al juramento que David y Jonatán habían hecho delante del Señor, el rey le perdonó la vida a Mefiboset, el hijo de Jonatán, nieto de Saúl.


»Sé bondadoso con los hijos de Barzilai, de Galaad. Haz que sean invitados permanentes en tu mesa, porque ellos me cuidaron cuando yo huía de tu hermano Absalón.


Así que el rey de Babilonia le dio una ración diaria de comida mientras vivió. Esto continuó hasta el día de su muerte.


Cruzaron los vados del Jordán para llevar a todos los de la casa del rey al otro lado del río, ayudándolo en todo lo que pudieron. Cuando el rey estaba a punto de cruzar el río, Simei cayó de rodillas ante él.


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