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2 Samuel 12:17 - Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Entonces los ancianos de su casa le rogaban que se levantara y comiera con ellos, pero él se negó.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Y se levantaron los ancianos de su casa, y fueron a él para hacerlo levantar de la tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Los ancianos de su casa le insistían para que se levantara, pero se negaba y no ingirió ningún alimento con ellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Y los ancianos de su casa se pusieron a su lado para levantarlo del suelo, pero él no quiso, ni tampoco comió° con ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Los principales de su casa se dirigían a él para convencerle de que se levantara del suelo, pero él no quiso, ni comía tampoco con ellos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Y levantándose los ancianos de su casa fueron a él para hacerlo levantar de tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan.

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2 Samuel 12:17
7 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

David rehusó comer el día del funeral y todos le suplicaban que comiera. Pero David había hecho el siguiente juramento: «Que Dios me castigue y aun me mate si como algo antes de que se ponga el sol».


Pero Saúl se negó a comer. Entonces sus consejeros también le insistieron que comiera. Así que finalmente cedió, se levantó del suelo y tomó asiento.


Cierto día Abraham le dijo a su siervo más antiguo, el hombre que estaba a cargo de su casa: —Haz un juramento poniendo tu mano debajo de mi muslo.


Finalmente, al séptimo día, el niño murió. Los consejeros de David tenían temor de decírselo. «No escuchaba razones cuando el niño estaba enfermo —se decían—, ¿qué locura hará cuando le digamos que el niño murió?».


Tengo el corazón angustiado, marchito como la hierba, y perdí el apetito.


Luego el rey regresó al palacio y pasó la noche en ayuno. Rechazó sus entretenimientos habituales y no pudo dormir en toda la noche.


Toda su familia intentó consolarlo, pero él no quiso ser consolado. A menudo decía: «Me iré a la tumba llorando a mi hijo», y entonces sollozaba.


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